jueves, 26 de mayo de 2011

Hope: Sith


La reunión fue lo que siempre supuse, un cúmulo de burócratas hablando sobre política, tratando de solucionar sus propios errores como traer de nuevo a Dray... me pregunté cómo se les había ocurrido semejante cosa, era obvio que iba a querer una banca en el consejo y era obvio que la iba a "pedir" estando un lugar vacío.
Le propuse a la Orden lo de salir a buscar a los siths, no parecieron en desacuerdo pero seguramente lo iban a debatir por varios días.
Derlin fue nombrado caballero por su idea de no enviar a los jedis a misiones burócratas como la que acabábamos de realizar en Ungul, eso era una muy buena señal, habían entendido que los jedis eran necesarios en asuntos mucho más importantes que ese.

Cuando salí de la reunión hablé con Liz se la veía muy bien, la noté mejor que la última vez.
-Hope, vamos a tomar algo, ¿venís?
-Sí dale, pero... a ver, esperá.
Yo sabía que Todrik me estaba esperando para que lo lleve, y no iba a dejarlo ahí hasta que volviera así que lo llamé. Se iban a enterar en algún momento.
-Hola- me dijo.
-Vamos a tomar algo ¿venís?
-No... jodeme... -dijo Liz- No me digas que estás con el idiota.
-¡Hey! te escuché- yo me empecé a reír- Voy para allá.
-¿Qué pasó? Hace algunas semanas pensabas que era un idiota...
-Sí, ya lo sé, pero cambiaron algunas cosas en ese tiempo.
Era difícil explicarle por qué había cambiado mi forma de ver ciertas cosas, era demasiado personal e involucraba mi paso por el Lado Oscuro, y no quería hablar de eso con nadie por el momento.
-¿Trajiste tus baúles de ropa? ¿Me prestás algo? No quiero ir con la túnica jedi.
-Sí, dale, vamos.
Liz quería que me ponga una pollera corta, hace años que no usaba pollera y menos de ese largo.
-Dale, ponete esto te va a quedar muy bien.
-No tenés algo más largo...
-No, tomá, ponete esta.
Al menos logré que no intentara maquillarme, eso sí que no iba conmigo...
-¿Volviste a verla...?- le pregunté.
-No, que Tessa se fuera fue mi culpa... supongo que algún día la encontraré.
A pesar de que estaba bien cuando hablaba de ella no parecía estarlo en el fondo.
-Pero mejor contame vos cómo fue que terminaste con ese.
-Hay cosas que ya no las veo como antes, él vino a mi casa, me empecé a reír, y bueno...
Era difícil de explicar cómo había terminado con él.
-Si vos sos feliz.
-Sí...
Me hacía muy bien estar con Todrik, pero había cosas que todavía no podía asegurar… hacía muy poco que lo conocía. Había pasado una semana desde que había llegado a casa, eso ya me había hecho darme cuenta de que no era como aparentaba ser.

Fuimos a tomar algo a un bar que quedaba en el pueblo, le dije a Liz que probablemente no fuera de su agrado, que si quería divertirse iba a tener que ir hacia otro planeta, Dantooine era demasiado "rural" para ella.
Cuando salimos Todrik me miró de arriba a abajo y noté que quería abrazarme pero no sabía dónde agarrarme, por lo general yo estaba bastante más "vestida". Eso me hizo reír bastante.
Cuando llegamos Liz pidió licor y tomó hasta quedar borracha, eso me dio la pauta de que no estaba tan bien como parecía al principio, ojalá conociera a alguien a quien presentarle pero la realidad era que no tenía otros amigos.
Estábamos con Derlin, así que me quedé tranquila, igualmente los acompañamos hasta la habitación que le habían asignado en el Enclave. Después Todrik y yo volvimos a casa en mi nave.
Todrik había dejado a un compañero de él cuidando a Ariella. Yo fui a ver a Alex que estaba durmiendo tranquilamente en su cuarto.
Todrik estaba sentado en el sillón del living. Me acerqué y lo abracé. Él me besó pero no era un beso como los que me había dado hasta ahora, y la verdad era que me estaba gustando así que no lo detuve. Una caricia llevó a otra hasta que lo tomé de la mano y lo llevé a mi habitación. Solo le dije una cosa:
-No podés usar la Fuerza- y ambos nos reímos.
Debo admitir que Todrik es una caja de sorpresas, creí que iba a ser más "salvaje" pero fue tranquilo y dulce como a mí me gustaba.

A la mañana me despertó el sonido del datapad, me habían llegado mensajes de Liz, y no eran para nada alentadores. El mandalore una vez más hizo gala de su estupidez... y le dio la razón que necesitaba Dray para acusar al consejo de falta de seguridad en el mismo enclave. ¿Cómo se le ocurrió ponerle una cámara en la habitación al mismísimo Dray y dejarla allí para que la encuentre?
-¿Qué pasó?- me preguntó Todrik. Enseguida notó que había algo que no andaba bien.
No había nadie que pudiera ocupar ese lugar en el consejo, y Dray lo sabía... MALDICIÓN iba a tener que postularme como candidata...
Le mandé un mensaje a Liz:
"Decime que hay otro canditado"
Me respondió:
"VOS"
¡MALDITA SEA, MANDALORE ESTUPIDO!
No había forma de ocultar mi mal humor así que le pasé el Datapad a Todrik para que lo leyera.
-Estás loca- me dijo- No voy a dejar que te postules.
-No hay nadie más para hacerlo, ganaríamos tiempo si lo hago.
-No querés postularte.
-No, no quiero.
-No te voy a dejar.
Si me postulaba y ganaba el lugar en el Consejo iba a tener que servir un año completo antes de poder irme de allí. Sería una pérdida de tiempo total... Estaba de muy mal humor...
Me iba a levantar de la cama pero Todrik me volvió a tirar para atrás y me abrazó obligándome a quedarme un rato más.

Ese día decidí terminar mi sable nuevo, y la verdad es que estar de mal humor parece que sirvió, había quedado mejor de lo que esperaba... Tenía que probarlo y Todrik estuvo de acuerdo en entrenar conmigo. Estuvimos entrenando hasta el momento de la reunión de la noche.
Fuimos en mi nave, realmente ya no me importaba nada de nada que me vieran llegar con él. En el viaje sentí una distorsión en la Fuerza, un mal presentimiento, de esos que no llevan a nada bueno...
Sentí Lado Oscuro y había mucho. Revisé los radares, pero no había nada. Le dije a Todrik lo que había sentido y él también revisó los radares pero no había nada tampoco. No me quedé tranquila, algo iba a pasar, nos estaban distrayendo...
-Todrik, anda con Ariella, yo voy a volver a casa, Alex se quedó solo. Tengo un MUY mal presentimiento.
-Está bien, dejame cerca de mi nave.
La reunión no era importante, no me preocupaba, pero Alex sí, iba a ir a buscarlo y llevarlo a la reunión, no me importaba en lo más mínimo, no iba a dejarlo solo habiendo sentido lo que sentí.
Cuando llegué a casa estaba llena de enemigos que portaban armas extrañas, y se usaban con la Fuerza como un sable de luz.
Sentí donde estaba Alex pero era una presencia débil.
-¡Alex ¿estás bien?!
-¡Ayudame Hope!
Usé la Fuerza para correr lo más rápido que pude, en ese momento una señal de auxilio se prendió en mi datapad, no podía leerla por el momento, pero tenía que ser rápida. Creo que maté a tres en el camino hasta que vi a Alex con mi sable rojo prendido y uno más que lo estaba persiguiendo. Le saqué el sable de las manos con telekinesis y Alex terminó el trabajo con mi anterior sable.
-¡Alex, a la nave, rápido!
Subimos los dos y encendí la señal de auxilio.
"¿¡Por qué siempre me dejan a mí el sith!?"
Era Todrik, me invadió el terror y aceleré los motores a la máxima potencia hacia esas coordenadas.
Cuando llegué bajé de la nave lo más rápido que pude, Todrik tenía herido un brazo y vi como el sith le arrojaba un rayo a Liz. Todrik no podía seguir peleando, íbamos a ser nosotras dos contra él... Sentí en ese momento que Todrik estaba usando la Fuerza en mí para protegerme.
No podía perder tiempo, tenía que actuar rápido, un solo golpe iba a definir esa pelea... Había una técnica, hacía mucho que no la usaba, no era fácil, pero iba a servir para romperle las defensas.
Usé la técnica y al ver los puntos en donde la Fuerza dejaba abierta la defensa lo atravesé con el sable de luz.
Sé que el golpe fue muy bueno, pero lamentablemente el sith seguía vivo y me arrojó un potente ataque con la Fuerza que me hizo caer al suelo. Liz en ese momento usó la Fuerza para arrancarle el brazo con el que planeaba terminar el trabajo.
El sith cayó gracias a mi amiga que luego fue hacia mí para curarme en el momento en que los jedis del consejo se acercaban, siempre tan a tiempo. Después sentí a Todrik que me envolvía con la Fuerza para curarme del todo. Me incorporé y lo abracé.
Quizás no me hubiera faltado mucho para morirme, pero esta vez había podido protegerlos del sith, a Liz, a Alex y a Todrik, y planeaba seguir haciéndolo a futuro.

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