miércoles, 6 de julio de 2011

Hope: Adolescentes


Decidí hacer unas galletitas para acompañar el té, creo que no había hecho galletitas desde la última vez con mamá... eso había pasado hacía mucho tiempo. Todavía estaba mezclando los ingredientes cuando se acercó Derlin.
-Maestra Hope
-Te escucho Derlin
En un principio pensé que me iba a preguntar sobre Ariella, pero no tenía nada que ver con ese asunto.
-Creo que puede llegar a tener una huesped en el futuro... o quizá dos... o ninguna- dijo sirviéndose más chocolatada, esto se ponía cada ves más misterioso- estuve hablando con Alex, está pasando por un momento bastante duro.
¿Alex pasando por un momento duro? Jamás lo había visto tan contento como después de que le dije que iba a ser mi padawan... eso era muy extraño.
-¿Huespedes?- le pregunté- Yo me estoy yendo en como mucho una semana. Y realmente dudo que vuelva rápido.
-¿Eso lo sabe alex?
-Alex va a venir conmigo, porque es mi alumno, y tiene que entrenar. Cuando le pregunté si iba a ser mi padawan dijo que sí- No sé que le pasaba a Derlin, pero sus rodeos me estaban poniendo nerviosa...- Y prefirió eso a la academia, así que fue su decisión- finalicé.
-¿Pero sabe que se van?
-Debería saberlo, y si no no veo problema, se enterará cuando nos vayamos.
-Bueno...
Parecía que de repente quería dejar de conversar, pero ya había hablado y yo no iba a dejar las cosas a medias, eso no iba conmigo.
-¿Quienes son esos huéspedes que voy a tener? ¿A quién invitaste? Debo decir que esta es mi casa y si van a invitar gente, deberían al menos avisarme.
-Yo a nadie- me dijo Derlin.
-Ah ¡¿Alex a quién invitaste?!- levanté la voz para que me escuchara desde el comedor.
-No invitó a nadie a su casa, maestra hope, quería informarle en privado, pero bueno.
¿En privado? ¿Me venía a hablar sobre algo que le pasaba a Alex y pensaba que lo iba a mantener en privado? sí, seguro.
-Si querías informar algo por privado, tendrías que haberlo dicho sin rodeos.
Alex me miró serio y me dijo:
-Yo no voy a invitar a nadie, maestro
-Entonces si ninguno de ustedes va a invitar gente a mi casa ¿Por qué voy a tener huéspedes?
La situación ya me estaba molestando, aún así traté de distraerme terminando la preparación de las galletitas.
-Porque es posible que Jenice venga, o no, y posiblemente la madre.
Alex miró muy mal a Derlin y chequeó su datapad. ¿Jenice? ¿La muchacha de Ungul? Si Derlin creía que yo me iba a meter en la vida privada de mi primo y padawan estaba muy equivocado...
¿Por qué no resolvió él el problema en vez de venir a hablarme a mí para que lo haga? Esto considerando que hubiera un problema. Está bien que sabe que soy la maestra, pero ahora por hacer eso Alex no va a querer contarle más nada. En fin...
-Ah, porque si nos vamos en una semana se va a complicar que vengan huéspedes aquí...- no lo dije molesta esta vez- No tendría problemas en otro caso.
-Bueno, puede ser que no pase de todas formas, ¿ahora si hablamos en privado?
Alex miró disconforme, parecía que estaba bastante molesto con Derlin.
-Yo no pensaba hospedar a nadie- me dijo.
-Derlin si vas a hablar sé claro
-¿Aquí?
-¿Me pueden decir ambos quién va a venir?
Bien, si venía Janice, la otra seguramente sería la madre pero realmente me estaba molestando que me estuvieran ocultando algo que si bien no tenía importancia me molestaba que me oculten.
-Y ciertamente no invité a nadie- Alex estaba super relajado, como quien sabe que tiene razon.
-Bueno, eso me alegra, porque nos vamos en una semana.
-Si, Maestro- lo dijo relajado y yo me quedé más tranquila, acá no pasaba nada y seguramente Derlin había visto un problema donde no lo había, igualmente quería hablar con Alex, por cualquier cosa. Puse las galletitas en el horno y Derlin me dijo:
-No me respondió- y terminó su chocolatada.
Bien, si había entendido mal, mejor saberlo.
-Alex cuidá las galletitas
-Sí, tía.
-Derlin- le señalé la puerta para que salgamos al patio.
-¿Qué pasa Derlin?
-Maestra, debe prestar mas atención a su padawan, esta pasando por una situación complicada y necesita de su maestra más que de un recién nombrado caballero.
Pensé que sí, realmente si él no se podía hacer cargo y tenía que decirme las cosas a mí sobre un problema que seguramente era de amoríos adolescentes entonces sí, era mejor que yo supiera todo y me hiciera cargo yo.
-¿Que le pasa a Alex?
-Llevó a una chica de 12 años a la depresión total y a amenazas de suicidio, y existe una mínima posibilidad, que espero sea mi paranoia por mi misión en Bastion, de que se escape de su casa, nave, o donde sea que habite para venir a Dantooine.
¿Eh? ¿Suicidio? ¿Me estaban jugando una broma estos dos? En fin, al menos esto me estaba sirviendo para distraerme.
-Está bien Derlin, gracias por decírmelo, voy a hablar con él ¿Algo más que quieras decirme?
-.... maestra Hope, no es que hable con él... yo me enteré de esto con que solo me abra la puerta... y es su padawan y sobrino...
-Si sabés algo más, decilo.
Sus rodeos me estaban hartando.
-Y este no es un tema reciente... Bien maestra, creo que debería prestarle mas atención a su padawan de 13 años, y si no puede asignelo a alguien mas, no solo necesita que le enseñen cosas de la Fuerza.
¿Ahora estaba cuestionando mi capacidad como maestra? ¿Que asigne a Alex con alguien más? ¿A la estúpida orden? Eso nunca. Lo miré MUY mal.
-Ahora no tengo nada más que decir
Claro ya había hablado suficiente, más de lo necesario, casi igual a lo que estaba acostumbrada de Soon, pero no de él.
Me dirigí hacia la puerta y antes de entrar le dije:
-Él tendrá 13, pero vos tenés 20 y parecés de la misma edad.
Desde adentro escuché a Alex decir que ya estaban las galletitas. Él entró y dejó el vaso en la mesada:
-Gracias por todo, pero ya me retiro.
-Que la Fuerza te acompañe- le dijo Todrik a modo de respuesta.
-Y a usted, Todrik.
Derlin subió a su repulsor y se fue sin decir más, para mi gusto ya había dicho demasiado, y cosas que era mejor que no hubiera dicho, pero bueno, le había perdonado peores a Soon.
Todrik estaba haciendo malabares con el disco y el sable, sin telekinesis, agradecí que estuvieran apagados. No había dicho una sola palabra, no sé si porque estaba yo, quizás prefería hablar con Derlin a solas.
-Alex, vení conmigo
Esta vez al que conduje al patio fue a Alex, si pasaba algo, quería saberlo. No podía creer que Derlin hubiera dicho tantas pavadas y no me hubiera dicho las cosas como realmente eran. Era mejor preguntarle a él. Vino detrás de mí muy serio.
-Sentate.
Me senté en el pasto y esperé que él hiciera lo mismo. Había agarrado unas galletitas para comer mientras tanto. Me hizo un gesto como preguntando si estaba mal, yo le respondí de la misma forma, diciendo que no me molestaba.
-Bueno, creo que entendí bien y querés ser mi padawan ¿no?
Vi salir a Todrik que agarró algunas galletitas y me dijo mentalmente.
"Voy a ver a Ariella".
-Por supuesto, tía
-Entonces supongo que confiás en mí para que te enseñe.
Él me miró sorprendido por la pregunta.
-Claro que sí, Maestra
Noté que sinceramente no entendía bien qué era lo que estaba pasando.
No lo culpé.
-Entonces podés contarme lo que le contaste a Derlin antes ¿no?
-Claro que puedo contarte, pero no me parece que fuera algo importatne, por eso no lo dije.
-Está bien, pero me gustaría saberlo, si no te molesta.
Dijo que no con la cabeza.
-¿Viste Janice? Bueno, despues de que se fue nos seguimos escribiendo, y ella en los mails me trataba mal, y entonces yo le demostré que era una boluda por tratarme mal, y que mejor no me molestara más, y ahí se puso a decir estupideces, supongo que porque se dio cuenta de que es
una boluda- dijo y se encogió de hombros.
Como pensaba, problema de amoríos adolescentes.
-Entiendo, ¿y ella va a venir acá?
-Acá, no. A Dantooine, capaz, pero no creo. Seguia diciento boludeces y Todrik me dijo algo como que la tenía que enteder y yadda yadda yadda.
Claro ese vocabulario solo podía haberlo aprendido con Todrik.
-¿Qué cosas decía?
Noté que le daba algo de vergüenza contestarme eso.
-Así que le mandé un mail de que si quería que la vuelva a querer que dejara de ser una boluda y que hiciera algo útil como por ejemplo venir a la academia a estudiar para ser Jedi- Me miró con total impunidad, como si lo que hizo fuera una genialidad- No le di la dirección de casa ni la invité aquí ni le dije que yo la iba a estar esperando.
¿De donde había sacado Derlin lo del suicidio?
-¿Y ella está bien ahora? ¿Venía sola para acá? ¿O la acompañaban?
-No sé ni si venía
-Ah bien... ¿pero vos la querés a ella o no? eso no me quedó claro...
-A mí tampoco
-Entiendo ¿Pero querés hablar con ella o no?
-Yo la quería pero ella es una boluda, y ahora no se si la quiero, y no se si la quiero volver a querer.
Otra vez esa palabra, iba a ser mejor que siguiera indagando un poco más.
-¿Por qué es una boluda? ¿qué hizo?
-Le dije eso porque Derlin me dijo que le muestre una vida mejor ¿no me queres leer la mente? no me sale explicarlo...
-No, quiero que me lo digas, nada de leer mentes- Se me iba a complicar enseñarle la filosofía jedi con Todrik al lado...- Decimelo como te salga.
No podía creer que le diera vergÜenza hablar y no que le leyera la mente que era mucho peor. Se quedó un rato callado, le di un rato para que empezara.
-¿Por qué se preocupa, Maestra?
-Porque no me gusta dejar las cosas sin resolver, ya lo sabés, y tu amigo Derlin me dijo que esta chica se iba a suicidiar, o algo así, así que prefiero averiguar que está pasando, y que algo así no tenga que pesar sobre tu consciencia.
-No se iba a sucididar, dice eso porque es una boluda, y no sabe como llamar la atención. Derlin dijo que era boluda porque no había conocido otra cosa en su vida y entonces se me ocurrió que venga a la orden, así conoce otra cosa ¿está mal?
-No, no está mal. Tampoco creo que sea una boluda. Todos en nuestra vida pasamos por malos momentos, unos reaccionamos de una forma, otros de otra.
-Lee, no me hagas explicarte, dale. Leé los mails.
Agarré el datapad, si no podía explicarlo mejor que yo los leyera. En los primeros mails Alex era muy amigable y tierno, pero ella le hacía ver que podía tener todos los hombres que quisiera, claramente con intenciones de dominarlo. Él de a poco fue cambiando de actitud y mostrándole muy tranquilamente que él no la necesitaba y que si lo iba a tratar así a él no le interesaba. Ella empezó a ponerse loca a medida que él le iba dando menos importancia. Le mandó fotos de ella
llorando, y en las últimas estaba sin ropa, me pareció una forma patética de llamar la atención.
-Ahora entiendo mejor, Derlin evidentemente no entendió nada.
-Dice Derlin que no la tengo que dejar de querer porque sea una boluda
-Eso es decisión tuya, no de él. La gente puede darte consejos pero la realidad es que nunca sirven, al menos no en esos casos. No conozco a esta chica, así que tratar de descifrar que es lo que quiere con esto me deja solo dos grandes opciones. La primera, te quiere usar, la segunda, cayó en su propia trampa, y te quiere de verdad. Como no sabe que hacer, para que no opines lo primero, empezó a hacer estas cosas, porque muy probablemente su madre, o la persona que es su tutor hace lo mismo.
-El problema, maestra, es que no sé si la sigo queriendo
-Es que no podés querer a alguien que no conocés, y evidentemente ella no te mostró su verdadera cara, o la mostró, y después la cambió ¿cómo podés querer a alguien que no conocés?
En los mails claramente se notaba el disparador del cambio. Ella le había dicho que todos los hombres morían por ella y él le respondió que la ayudó porque le pareció que era su deber. A partir de ahí Alex comenzó a responderle con frases jedi. La sacó de su lugar de importancia muy fácil.
-Ademas, ella no se va a suicidar
-Si ella se suicida, no va a ser por esto, si no por los diez mil problemas que debe tener.
-Maestra, ella no se va a suicidar
Lo dijo tranquilo y con toda confianza, casi con una sonrisa apacible.
-Ahora, si te voy a dar un consejo, que para algo soy tu maestra, y yo sí puedo hacerlo- me reí porque sabía que tampoco tenía autoridad, pero quizás pudiera servirle lo que iba a decirle.
Él sonrió.
Cuando te vuelva a pasar algo así, no escales el problema. No respondas, si no te interesa más contestarle solo agrava la situación.
Ahora, si sí te interesa, en ese caso es diferente.
-Sí maestra- dijo con su rostro feliz- En ese momento no sabía, y sentí que se lo tenía que decir, después le deje de hablar.
Era cierto, hacía varios días que no le respondía los mails.
-Si no le vas a hablar más, te recomiendo que no sigas leyendo lo que te manda. Puedo hacer que sus mails no te lleguen nunca si querés.
-Los últimos ni los leí, pero no, no la bloquees
-Está bien, eso es tu decisión. Solo quiero que me avises si tenés algún problema, nada más, Aunque parezca sin importancia.
-Está bien, por eso no te dije
-Sé que por lo general estoy ocupada, pero eso no significa que no tenga tiempo para que hablemos. Y además me gusta que me cuentes tus cosas.
Él sonrió.
-Pensé que tenías suficientes boludos con los tuyos como para fijarte en mis boludos... o boludas
-¿De donde sacás esas palabras? voy a tener que hablar con Todrik...
-¿Podemos pasar a algo importante ahora, maestra?- me señaló el sable.
Yo me reí.
-Bueno, supongo que podemos entrenar un rato... Quiero ver tu técnica, así que esta vez no te voy tapar los ojos.
Se paró tranquilamente y encendió el sable. Yo hice lo mismo y lo esperé. Iba a defenderme totalmente, quería saber en qué estaba fallando y qué tenía que mejorar para hacerlo entrenar eso.
Él me empezó a medir, pero se dió cuenta de que no podía entrar un golpe. El agarre era firme, la técnica bastante buena, no fallaba en lo básico. Lógicamente era algo falto de variantes, pero era lógico a su edad.
En un momento cambié mi postura defensiva a una ofensiva para ver como era su defensa. Lo hice de repente, sin avisarle. Mi ataque fue con todo, cuando le entró el golpe se desequilibró y cayó. No lo dañé, había frenado el ataque a tiempo para no lastimarlo, eso ya era fácil para mí. Trató de bloquearme, tuvo el reflejo, pero no llegó a hacerlo. Le agarré la mano para que se levante. Lo que hice después fue atacarlo a su nivel pero sin ser predecible, para que aprendiera
otras formas de ataque.
Con el correr del entrenamiento fue copiando algunos movimientos de los que yo hacía, justamente esa era mi intención. Todavía le costaba bloquear los golpes sorpresa. Después de un rato frené el ejercicio, no quería que piense que el entrenamiento conmigo iba a ser solo con
sables de luz.
-Me encanta tu sable nuevo. Por cierto, necesito que me devuelvas el mío.
Lo llevaba a la cintura también pero me lo entregó cuando se lo pedí.
-Ahora ya no lo necesitás
-No, ya tengo el mío
Iba a desarmar mi anterior sable ese mismo día, el cristal rojo que me había dado mi padre iba a servir para crear el talismán que me llevaría a los siths.

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