lunes, 15 de agosto de 2011

Hope: Amar de nuevo


**Un año y medio antes**

-Hope, tenés que comer algo, hace tres días que no comés ni tomás nada...

-Estoy bien Alex, dejame sola.

-No te voy a dejar sola así como estás, ya le dije a mis padres que no voy a volver hasta que no estés bien.

Escuché afuera el ruido del motor de una nave, alguien había aterrizado.

-Ese debe ser el médico.

-¡No quiero ver a un médico Alex, para qué lo llamaste!- le dije enfadada.

-Porque no me dejás entrar, al médico vas a tener que dejarlo o vamos a tirar la puerta.

No respondí más, no tenía fuerzas ni para moverme.
¿Estaba llorando otra vez? Ya no parecía haber diferencia entre estar llorando y no. Todo el tiempo me sentía igual. Todo el tiempo veía el funeral jedi y el último adiós a Clint.

El hombre que vino era un médico jedi. Había atendido a mi familia por años.

-Hope, soy yo, por favor dejame entrar.

Supongo que desde afuera solo se escucharon mis sollozos. El médico abrió la puerta sin problemas, a pesar de que estaba segura que había dejado cerrado con llave. Se sentó al lado mío en la cama y me acarició la cabeza como cuando era una niña.

-¿No estás enferma no? Eso puedo saberlo. Al menos el dolor que tenés no es físico...

No le respondí, pero él siguió acariciándome el pelo.

-Alex está preocupado por vos, por eso me llamó. No estás sola Hope, no tenés que pasar por esto sola. Alex te quiere mucho y tus tíos también. Y bueno, yo te atiendo desde que tu madre dio a luz, y voy a seguir atendiéndote a vos y a tus futuros hijos...

-Ya no voy a tener hijos doctor, no quiero tenerlos.

-¿Por qué? a tu madre no le hubiera gustado escucharte decir eso.

-Ya nunca más voy a amar a nadie ¿qué sentido tendría tener hijos?

Alex estaba en la puerta y tenía los ojos llenos de lágrimas. Creo que esa fue la única vez que lo vi llorar...

-Eso es lo que dices ahora Hope, la herida es aún muy reciente, y cuando cicatrice la marca que dejó nunca se irá, pero como le ocurre a los guerreros como tu padre, esa no será tu única cicatriz, así como tampoco será el último hombre que ames.

-No puedo ver ese futuro doctor, no puedo ver nada ahora...

-Tú no puedes pero yo sí, y te puedo asegurar que él no será el último hombre que ames. Tú no eres la única que puede tener visiones.

Me sonrió como si supiera muchas más cosas que yo no, su rostro se arrugó bastante, era muy anciano, seguramente ya desvariaba.

-No comas si no quieres, pero te dejaré un té que te ayudará. Alex se encargará de preparártelo. Promete que lo tomarás o no me iré de aquí.

-Lo prometo.

-Ahora descansa, tu espíritu lo necesita.

******

**Actualidad**

Ahora que había confirmado lo que sentía por Todrik me había puesto bastante más mimosa que antes, creo que casi llegando al estatus de "pesada" pero a él no parecía importarle, era muy versátil en ese aspecto, cuando yo estaba mimosa él se ponía igual, pero si yo tenía cosas que hacer él me dejaba hacerlas sin ponerse pesado. Y eso para mí era fundamental, en especial porque cuando trabajaba solía ponerme más metódica y fría que nunca. Todrik podía no ser el hombre perfecto, pero para mí en ese sentido, lo era.

Todos necesitábamos unas vacaciones, así que Todrik sugirió que esperáramos tres recitales más, que era cuando llegábamos al planeta con muchas playas. Se anunció que a partir de ese momento Ariella iba a tomarse vacaciones por lo que la gira se atrasaba 15 días.

El siguiente recital por suerte se llevó a cabo sin ningún inconveniente.
Unos días antes le había pedido un favor a Ariella, quería dedicarle un tema a Todrik, pero yo no conocía muy bien sus gustos musicales y ella sí, así que le pedí que me ayude a elegirlo.
Cuando le dije ella no se sorprendió porque ya lo sabía, seguramente lo había sabido incluso antes que yo misma. Era muy perceptiva para esas cosas.
Me abrazó y me preguntó si eso significaba que iba a quedarme con ellos. Me reí y le dije que mientras ninguno de los dos me echara iba a quedarme.
Ariella ahora era como una hermana menor para mí, la hermana que siempre había querido tener.

El tema que elegimos entre las dos era un jazz, con letra bastante romántica y si bien le había dicho a Ariella que no diera nombres no hacía falta porque era bastante obvio que el tema era para Todrik y de parte mía.

Él no dijo nada, de hecho estaba mucho más callado que de costumbre, y bastante más mimoso.
Dejé pasar un día, y después le dije como si nada:

-¿Qué me dirías si te digo que no quiero separarme nunca más de vos?

Me acarició la cara y me dijo:

-Que no tendrás que hacerlo. Te amo. Creo que desde el día en que me gruñiste por primera vez.

Sonreí y lo besé muy tierno.

-Yo también te amo. Y quiero decirte gracias por haberle "trucado" la mente a la recepcionista, por que si no lo hubieras hecho yo sería la misma Hope gruñona de cuando me conociste.

Él volvió a besarme. Se quedó en silencio un rato y después me dijo:

-¿Qué vas a hacer después? ¿Te vas a quedar con nosotros?

Le dije lo mismo que ya le había dicho a Ariella.

-Mientras ni Ariella ni vos me echen me voy a quedar.

Se rió, no había nada que me gustara más que su sonrisa.

-Jajajjaja nadie escapa a la orden Jedi, ni Ariella ni nadie

Me reí.

-No creo que sea una buena representante de la orden... así que supongo que no cuenta.

Lo abracé fuerte y no lo solté por un largo rato.

"Gracias Todrik, gracias por sacarme de la oscuridad en la que estaba viviendo, y sobre todo por demostrarme que a pesar de lo que me pasó podía volver a amar de nuevo."

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