jueves, 26 de mayo de 2011

Diario de Liz VII


Tess:

"Te amo, Liz"

Hace cuanto que no escucho algo como eso. Ver a Hope acaramelada con Todrik fue... me puso muy feliz por ella, claramente su sonrisa era sinónimo de que todo estaba marchando bien, pero por dentro me destrozó. Fue un buen momento esa salida, y uno lamentable. Me dolía el corazón, volví a dejarme llevar, volví a tomar para olvidarme de todo... y Derlin esta vez no se contuvo. No sé de dónde saqué fuerzas para no terminar en la cama con él. No quiero eso con él. Destruiría todo, me daría vergüenza como maestra y como amiga. No creo que pueda verlo como el joven y dulce padawan que siempre me cuida y que tanto quiero.

Estoy ahora en la nave de Soon. La verdad, nunca espere escucharlo hablar así. Parece un hombre profundo y devoto. Contrario a ese perfil torpe que siempre me pareció tener. Al igual que yo, es un "pionero". Su sociedad no tiene lugar para los jedis, y no obstante, él trata de salir adelante y conjugar su filosofía con el dogma de la Orden. Es difícil, y trataré de ayudarlo en lo que pueda. Al fin y al cabo, cuando Arten nos propuso a vos y a mí unirnos creo que aceptamos más por el juramento que por otra cosa; incluso pienso si no lo veíamos como un juego. Ahora soy una jedi. Una maestra. Una persona con voz y reconocimiento de mis pares. Tanto en casa como en la Orden.

Tess... Arten fue el último que me dijo palabras lindas. Ya no escucho más cosas así. No salgo más que para "divertirme", beber hasta perder noción de la realidad y caer en los brazos de otras. Quiero explicarte porque lo hago. Desde que salimos de Lucazec, las únicas mujeres que vi capaces de amar otra mujer fueron las "chicas". Ninguna otra. Y eso que frecuenté bares y tabernas. Nada. Estoy empezando a pensar que toda la galaxia solo comprende el amor entre hombre y mujer. Seguro que todos piensan que lo hago para olvidarte. Ni siquiera me emborracho para eso. No puedo escapar de vos. Estoy con "chicas" porque son las únicas que me aceptan. Porque también tengo ganas, porque no me juzgan, porque me agradan y porque no me piden explicaciones, me aman y me dan lo que quiero. Los hombres que se me acercaron para proponerme "algo" me daban nauseas, si al menos hubieran tenido algo del porte de Arten... Quizás incluso miré a Soslan como un candidato, pero está demasiado en lo suyo. No sé si estoy lista para entablar una relación, moriría por volver a sentir el enamoramiento; claro, nunca sería como lo nuestro, Tess; quiero creer que estoy lista. Pero tengo miedo. Vos me estas esperando en la Fuerza... ¿aceptarías que pueda amar a otra persona tanto como a vos? ¿Me perdonarías si cuando mi tiempo de unirme a la Fuerza llega... voy con otra persona a buscarte? Nunca, nunca, nunca te voy a olvidar y siempre vas a ser mía. Pero quiero también poder seguir adelante, Tess. No puedo arriesgarme a lastimarte de vuelta.

¿Te dije Tess? Tengo muchas cosas que quiero hacer, y una de ellas es que no quiero llorar más. Quiero fundar una academia en Lucazec. Derlin ya me dijo que me daría una mano con esto y la verdad que sería una gigantesca ayuda. Me permitiría poner en funcionamiento la institución. Podríamos reclutar algunas hermanas, enseñarles mundo, que busquen todo tipo de soluciones para lo que se necesita en el planeta. Creo que todos los jedis deberían trabajar también activamente para su hogar. Siempre pensé que si bien el camino jedi estaba despojado de personalismos, de "egoísmos", como dijo Soslan, también era bastante unidireccional en el hecho de que muchos jedis se dedican a cultivar su conexión con la Fuerza y poco más. Sé que te gustaría Tess, enseñaríamos las cosas que hicimos por nuestra tierra. Y le pondría tu nombre. O los nuestros. O el de todas. Por otro lado, ellas estarían contentas de trabajar. En especial varias de las hermanas que rescatamos. Todavía quedan muchas que tengo que ir a buscar.

Y quiero buscar también a Arten. ¿Cuánto más vamos a dejar un héroe sumido en el lado oscuro? En todo caso, habría que dar cuenta de él, o intentar ayudarlo. No puedo abandonarlo. Él se fue para controlar su lado oscuro, pero nunca volvió. Temó que el día de mañana sea un Darth. No, no puedo dejar que eso pase.

Tengo mucho para hacer, amor. ¿Me ayudarás?

....................


Terminé de tipiar la entrada de mi diario. Sé que lo estás leyendo. Estoy en la nave de Soon, esperando para distenderme un poco. Estamos a punto de llegar a Dubrillion, uno de los sistemas más cercanos. Es un planeta por lo que veo hermoso, con grandes océanos y continentes verdes, nubes... hermoso como nuestro Lucazec. Y además por lo que veo tiene grandes ciudades y muchos recursos de lujo para los visitantes. Será una linda semana.

Hope: Sith


La reunión fue lo que siempre supuse, un cúmulo de burócratas hablando sobre política, tratando de solucionar sus propios errores como traer de nuevo a Dray... me pregunté cómo se les había ocurrido semejante cosa, era obvio que iba a querer una banca en el consejo y era obvio que la iba a "pedir" estando un lugar vacío.
Le propuse a la Orden lo de salir a buscar a los siths, no parecieron en desacuerdo pero seguramente lo iban a debatir por varios días.
Derlin fue nombrado caballero por su idea de no enviar a los jedis a misiones burócratas como la que acabábamos de realizar en Ungul, eso era una muy buena señal, habían entendido que los jedis eran necesarios en asuntos mucho más importantes que ese.

Cuando salí de la reunión hablé con Liz se la veía muy bien, la noté mejor que la última vez.
-Hope, vamos a tomar algo, ¿venís?
-Sí dale, pero... a ver, esperá.
Yo sabía que Todrik me estaba esperando para que lo lleve, y no iba a dejarlo ahí hasta que volviera así que lo llamé. Se iban a enterar en algún momento.
-Hola- me dijo.
-Vamos a tomar algo ¿venís?
-No... jodeme... -dijo Liz- No me digas que estás con el idiota.
-¡Hey! te escuché- yo me empecé a reír- Voy para allá.
-¿Qué pasó? Hace algunas semanas pensabas que era un idiota...
-Sí, ya lo sé, pero cambiaron algunas cosas en ese tiempo.
Era difícil explicarle por qué había cambiado mi forma de ver ciertas cosas, era demasiado personal e involucraba mi paso por el Lado Oscuro, y no quería hablar de eso con nadie por el momento.
-¿Trajiste tus baúles de ropa? ¿Me prestás algo? No quiero ir con la túnica jedi.
-Sí, dale, vamos.
Liz quería que me ponga una pollera corta, hace años que no usaba pollera y menos de ese largo.
-Dale, ponete esto te va a quedar muy bien.
-No tenés algo más largo...
-No, tomá, ponete esta.
Al menos logré que no intentara maquillarme, eso sí que no iba conmigo...
-¿Volviste a verla...?- le pregunté.
-No, que Tessa se fuera fue mi culpa... supongo que algún día la encontraré.
A pesar de que estaba bien cuando hablaba de ella no parecía estarlo en el fondo.
-Pero mejor contame vos cómo fue que terminaste con ese.
-Hay cosas que ya no las veo como antes, él vino a mi casa, me empecé a reír, y bueno...
Era difícil de explicar cómo había terminado con él.
-Si vos sos feliz.
-Sí...
Me hacía muy bien estar con Todrik, pero había cosas que todavía no podía asegurar… hacía muy poco que lo conocía. Había pasado una semana desde que había llegado a casa, eso ya me había hecho darme cuenta de que no era como aparentaba ser.

Fuimos a tomar algo a un bar que quedaba en el pueblo, le dije a Liz que probablemente no fuera de su agrado, que si quería divertirse iba a tener que ir hacia otro planeta, Dantooine era demasiado "rural" para ella.
Cuando salimos Todrik me miró de arriba a abajo y noté que quería abrazarme pero no sabía dónde agarrarme, por lo general yo estaba bastante más "vestida". Eso me hizo reír bastante.
Cuando llegamos Liz pidió licor y tomó hasta quedar borracha, eso me dio la pauta de que no estaba tan bien como parecía al principio, ojalá conociera a alguien a quien presentarle pero la realidad era que no tenía otros amigos.
Estábamos con Derlin, así que me quedé tranquila, igualmente los acompañamos hasta la habitación que le habían asignado en el Enclave. Después Todrik y yo volvimos a casa en mi nave.
Todrik había dejado a un compañero de él cuidando a Ariella. Yo fui a ver a Alex que estaba durmiendo tranquilamente en su cuarto.
Todrik estaba sentado en el sillón del living. Me acerqué y lo abracé. Él me besó pero no era un beso como los que me había dado hasta ahora, y la verdad era que me estaba gustando así que no lo detuve. Una caricia llevó a otra hasta que lo tomé de la mano y lo llevé a mi habitación. Solo le dije una cosa:
-No podés usar la Fuerza- y ambos nos reímos.
Debo admitir que Todrik es una caja de sorpresas, creí que iba a ser más "salvaje" pero fue tranquilo y dulce como a mí me gustaba.

A la mañana me despertó el sonido del datapad, me habían llegado mensajes de Liz, y no eran para nada alentadores. El mandalore una vez más hizo gala de su estupidez... y le dio la razón que necesitaba Dray para acusar al consejo de falta de seguridad en el mismo enclave. ¿Cómo se le ocurrió ponerle una cámara en la habitación al mismísimo Dray y dejarla allí para que la encuentre?
-¿Qué pasó?- me preguntó Todrik. Enseguida notó que había algo que no andaba bien.
No había nadie que pudiera ocupar ese lugar en el consejo, y Dray lo sabía... MALDICIÓN iba a tener que postularme como candidata...
Le mandé un mensaje a Liz:
"Decime que hay otro canditado"
Me respondió:
"VOS"
¡MALDITA SEA, MANDALORE ESTUPIDO!
No había forma de ocultar mi mal humor así que le pasé el Datapad a Todrik para que lo leyera.
-Estás loca- me dijo- No voy a dejar que te postules.
-No hay nadie más para hacerlo, ganaríamos tiempo si lo hago.
-No querés postularte.
-No, no quiero.
-No te voy a dejar.
Si me postulaba y ganaba el lugar en el Consejo iba a tener que servir un año completo antes de poder irme de allí. Sería una pérdida de tiempo total... Estaba de muy mal humor...
Me iba a levantar de la cama pero Todrik me volvió a tirar para atrás y me abrazó obligándome a quedarme un rato más.

Ese día decidí terminar mi sable nuevo, y la verdad es que estar de mal humor parece que sirvió, había quedado mejor de lo que esperaba... Tenía que probarlo y Todrik estuvo de acuerdo en entrenar conmigo. Estuvimos entrenando hasta el momento de la reunión de la noche.
Fuimos en mi nave, realmente ya no me importaba nada de nada que me vieran llegar con él. En el viaje sentí una distorsión en la Fuerza, un mal presentimiento, de esos que no llevan a nada bueno...
Sentí Lado Oscuro y había mucho. Revisé los radares, pero no había nada. Le dije a Todrik lo que había sentido y él también revisó los radares pero no había nada tampoco. No me quedé tranquila, algo iba a pasar, nos estaban distrayendo...
-Todrik, anda con Ariella, yo voy a volver a casa, Alex se quedó solo. Tengo un MUY mal presentimiento.
-Está bien, dejame cerca de mi nave.
La reunión no era importante, no me preocupaba, pero Alex sí, iba a ir a buscarlo y llevarlo a la reunión, no me importaba en lo más mínimo, no iba a dejarlo solo habiendo sentido lo que sentí.
Cuando llegué a casa estaba llena de enemigos que portaban armas extrañas, y se usaban con la Fuerza como un sable de luz.
Sentí donde estaba Alex pero era una presencia débil.
-¡Alex ¿estás bien?!
-¡Ayudame Hope!
Usé la Fuerza para correr lo más rápido que pude, en ese momento una señal de auxilio se prendió en mi datapad, no podía leerla por el momento, pero tenía que ser rápida. Creo que maté a tres en el camino hasta que vi a Alex con mi sable rojo prendido y uno más que lo estaba persiguiendo. Le saqué el sable de las manos con telekinesis y Alex terminó el trabajo con mi anterior sable.
-¡Alex, a la nave, rápido!
Subimos los dos y encendí la señal de auxilio.
"¿¡Por qué siempre me dejan a mí el sith!?"
Era Todrik, me invadió el terror y aceleré los motores a la máxima potencia hacia esas coordenadas.
Cuando llegué bajé de la nave lo más rápido que pude, Todrik tenía herido un brazo y vi como el sith le arrojaba un rayo a Liz. Todrik no podía seguir peleando, íbamos a ser nosotras dos contra él... Sentí en ese momento que Todrik estaba usando la Fuerza en mí para protegerme.
No podía perder tiempo, tenía que actuar rápido, un solo golpe iba a definir esa pelea... Había una técnica, hacía mucho que no la usaba, no era fácil, pero iba a servir para romperle las defensas.
Usé la técnica y al ver los puntos en donde la Fuerza dejaba abierta la defensa lo atravesé con el sable de luz.
Sé que el golpe fue muy bueno, pero lamentablemente el sith seguía vivo y me arrojó un potente ataque con la Fuerza que me hizo caer al suelo. Liz en ese momento usó la Fuerza para arrancarle el brazo con el que planeaba terminar el trabajo.
El sith cayó gracias a mi amiga que luego fue hacia mí para curarme en el momento en que los jedis del consejo se acercaban, siempre tan a tiempo. Después sentí a Todrik que me envolvía con la Fuerza para curarme del todo. Me incorporé y lo abracé.
Quizás no me hubiera faltado mucho para morirme, pero esta vez había podido protegerlos del sith, a Liz, a Alex y a Todrik, y planeaba seguir haciéndolo a futuro.

El Alto Consejo Jedi

Tradicionalmente, el Alto Consejo Jedi residia en Ossus, donde se encontraba la Gran Academia Jedi, la mas antigua de todas, y las famosa Biblioteca de Ossus, el mayor compendio de sabiduria Jedi y de otras ordenes de la Fuerza en toda la galaxia. Otras academias, funcionaban en el Enclave Jedi, en Dantooine, el Templo Jedi, en Coruscant, la Torre Jedi, en Taris, y el Antiguo Valle de los Jedi, en Tython.

Cuando la republica finalmente unifico todos sus planetas aliados alrededor del año 19.500 en vistas a la Gran Guerra del Hiperespacio que pensaba iniciar contra los territorios Sith, el Consejo Jedi paso a formar parte, aunque autonoma, de la estructura de la republica. Por esto, el Alto Consejo mudo su sede a Coruscant, la capital Galactica, donde se encontraba el templo Jedi, la mas imponente y mejor equipada de las sedes de la Orden, que funciona ademas como centrol del culto a la Fuerza en la galaxia.

Mas de 1500 años despues, en 21.053, durante la Gran Guerra Sith, el Señor del Sith Exar Kun ataca con su ejercito y daña seriamente el Templo Jedi, matando al Gran Maestro del consejo y a muchos Jedi, y a muchisimos habitantes de Coruscant y soldados de la Republica. Luego, en 21057, Ossus es arrasado por completo, sufriendo una reaccion que convierte su atmosfera en irrespirable. Aunque los Jedi ganan la batalla final en Ossus, este debe ser evacuado. Los tesoros Jedi (sobre todo Holocrones y otros objetos sensibles a la Fuerza) que se pudieron rescatar son llevados a la base Exis.

Aunque el Templo Jedi de Coruscant es reconstruído, tanto los Jedi como las autoridades de la Republica coinciden en que es peligroso para ambas organizaciones tener su sede central en el mismo lugar, en especial por la cantidad de gente que vive en Coruscant y lo dañino que podia resultar un ataque como el que sufrio Ossus. Por lo tanto, la Sede del Alto Consejo Jedi se translada en 21058 al Enclave Jedi de Dantooine, lugar de residencia de los artesanos Jedi mas famosos, ademas de tener las cuevas de cristales de sables de luz mas ricas y variadas de la galaxia y las compañias que producen material para los Jedi, pero por lo demas un mundo rural con su flujo de la fuerza alterado lo menos posible.

El Alto Consejo estuvo formado por una linea muy conservadora desde el retiro de la legendaria Nomi Sunrider entre los que se contaban Vrook Lamar, Kavar, Zez-kai Ell, Atris, Aleco y Lonna Vash. Continua funcionando en Dantooine durante la crisis y el desacato de Revan de las Guerras Mandalorianas en 21087. Pero que en 21089 por presiones politicas del Covenant Jedi que funcionaba en Coruscant, que tenia bastante apoyo entre maestros como Vrook en el Alto Consejo, 3 de los 9 miembros de este organismo pasan a operar desde el Templo Jedi en Coruscant; Es importante decir que este conservadurismo NO es tradicionalismo. Los Jedi de la verdadera vieja escuela son antes guerreros y protectores que diplomaticos guardianes de la consciencia. Fue la consecuencia de tantas guerras lo que hizo alconsejo Jedi mas conservador y prudente del lado oscuro.

Pero la epoca de crisis continua, y en el mismo año el Covenant pierde su posicion cuando ejecuta la masacre de padawans en Taris. Luego ocurre el apoyo masivo a Revan gracias a los discursos del General, la derrota de los Mandalore a un altísimo costo, el giro de Revan al Lado Oscuro, su regreso al lado de la luz y su posterior partida a las regiones desconocidas, y el comienzo de la Purga Jedi, que empezo con la aniquilacion de Katarr, donde se persiguio y elimino a los ya escasos sobrevivientes de las muchas guerras, y la disolucion temporal de la orden en 21.100. El Alto Consejo se vuelve a dar cita en Dantooine para reorganizar la Orden en 21.102, pero la mayor cuando el Exiliado acabo con Darth Nihilius, y la gran mayoria del los miembros del Consejo resultaron muertos por otro de los Señores del Sith del triunvirato, por lo que el Exiliado y sus hombres fueron los unicos Jedi capaces de organizarse a tiempo y dispusieron un nuevo Alto Consejo dominado por ellos.


En el corriente año 21.113, el Alto Consejo Jedi continua residiendo en el Enclave Jedi en Dantooine. Sin embargo, el Alto Consejo funciono por 10 años con tan sólo 10 miembros, pero el que no tenga u numero completo de 12 siempre se asumio como un hecho temporal. En esos 10 años, la Biblioteca de Ossus fue reconstruida, en una de las lunas de ese planeta, y toda la instalacion de Telos con contenido fue movido allí, estableciendose que uno de los miembros del Alto Consejo debia operar desde allí como Jefe Bibliotecario, con lo que 4 operan desde Coruscant, 1 desde Ossus, y los otros 7, de los que hasta hace 2 semanas habia 5, pero ahora se ha completado con uno mas, dejando vacante un solo lugar.

Los miembros actuales del Consejo Supremo son:

En Dantooine: En teoria, 7 de los 12 miembros del Alto Consejo Jedi deben residir en Dantooine, que actualmente es la sede oficial de la Orden, coordinando por si sola a mas de la mitad de los Jedi en servicio, unos 400 entre padawans, caballeros y maestros, un numero extremadamente escaso para el tamaño de la Galaxia con sus cientos de miles de mundos habitados. Como el Consejo no esta completo, los Maestros Jedi del Consejo en Dantooine son por ahora 6 (y eran 5 hasta hace 2 semanas, cuando el Maestro Soslan fue nombrado). Ellos son los que realizan las sesiones ordinarias de las asambleas del Alto consejo, aunque los asuntos importantes deben tratarse en las reuniones oficiales, donde los otros 5 Maestros (4 desde Coruscant y 1 desde Ossus) se hacen presentes mediante proyectores Holograficos.

Maestro Bao Dur




Especie: Zabrak (de Iridonia)

Sexo: Masculino

Edad: 46 (Nacido en 21.067)

Mas famoso como el mejor ingeniero militar de la Galaxia que como Maestro Jedi, Bao Dur es uno de los Seguidores del Exiliado. Ya habia estado bajo sus ordenes en las guerras Mandalore, donde habia mostrado su talento superior con la maquinaria, y fue el responsable de crear el Generador de Masa Oscura, que destruyo la flota enemiga junto con un planeta entero, Malachor V. Durante la campaña contra el Triunvirato Sith, el Exiliado lo entreno en los caminos de la Fuerza y lo convirtio en Caballero Jedi. Es un combatiente poderoso y un experto con las maquinas, las inteligencias artificiales y los campos de energia, lo que le da un manejo de la Fuerza poco comun basado en la manipulacion de todas estas cosas. Es uno de los mas fieles seguidores de la linea del Exiliado y uno de los que re-fundaron la orden en su nombre, pero tantos años de guerras y muertes lo han convertido en un pacifista convencido, que cree que es mas importante para los Jedi construir que destruir. Actualmente es el Gran Maestro interino de la Orden Jedi, y es muy consciente y pragmatico acerca de la grave situacion en la que se encuentra esta, con casi todos los Jedi exterminados.


Maestro Atton Rand




Especie: Humano

Sexo: Masculino

Edad: 43 (Nacido en 21.070)

Atton Rand es un superviviente. En su temprana juventud fue un contrabandista criado en Nar Shaddaa, que se alistó como piloto en las fuerzas republicanas que siguieron a Revan a las guerras Mandalorianas. Su amplia gama de recursos hizo que rapidamente fuera asignado a las Fuerzas Especiales, donde fue entrenado en artes marciales Echani y tecnicas de defensa contra poderes mentales. Cuando Revan y Malak cayeron al lado
oscuro, Atton estuvo en sus fuerzas de asesinos, matando a algunos Jedi que se negaban a obedecer a Darth Revan, pero en una ocasion una de sus prisioneros se sacrifico para que el pudiera escapar, y el asi lo hizo. Se unio a la campaña del Exiliado contra el triunvirato Sith casi por casualidad, y alli fue entrenado en los Caminos de la Fuerza. La fuerte conexion con la FUerza de Atton se revelava en su muy inusual buena fortuna, y su capacidad para el sigilo, la infiltracion y en general para pasar desapercibido. Todo esto fue puesto a trabajar cuando se convirtio en uno de los re-fundadores de la Orden Jedi, y comenzo una campaña secreta junto a otros Jedi de habilidades similares para asesinar a enemigos politicos de la Orden que buscaban sostener una galaxia con menos ley y justicia, sobre todo empresarios corruptos, lideres del crimen organizado y cultistas oscuros. Es un firme defensor del principio de que el fin justifica los medios.


Maestra Visas Marr




Especie: Miraluka

Edad: 35 (Nacida en 21.078)

Visas es un caso extraño, un "Sith que ha sucumbido al Lado Luminoso" no es algo que se vea frecuentemente. Fue la aprendiz del Señor del Sith Darth Nihilius y fue entrenada en la academia secreta del Triunvirato Sith, educada en mucha de la sabiduria Sith y Jedi antiguas y como experta en el combate con sable de luz, ayudada por soberbias habilidades para Sentir la Fuerza. Fue enviada a asesinar al Exiliado, pero fracaso y ante la negativa de este de matarla, se unio a sus fuerzas al principio como servidora o prisionera, pero luego aceptando convertirse en Jedi. Lucho en persona contra su antiguo maestro al lado del Exiliado y salieron victoriosos, pese a que Visas estaba mas que dispuesta a sacrificar su vida, acabando con el Señor Sith. Visas jamas volvio a ser tentada por el Lado Oscuro, a pesar de que usa muchas tecnicas en combate que muestran su entrenamiento Sith, pero tiene un caracter amable y dulce y jamas ha flaqueado en sus nuevas convicciones, pese a que los sectores mas conservadores de la Orden encuentran escandaloso que "una Sith" se siente en el Alto Consejo Jedi.

Maestra Aleco Stusea



Especie: Sephi

Sexo: Femenino

Edad: 350 (Nacida en 20.763)

Aleco es la miembro mas antigua del consejo Jedi actualmente en ejercicio, aunque su servicio en el no fue continuado. Pertenece a una raza relativamente longeva, los Sephi, pero aun asi su conexion con la Fuerza parece mantenerla eternamente joven, ya que tiene una edad bastante avanzada para la media de los suyos y sin embargo su aspecto no lo demuestra en absoluto. Aleco es una curadora, extremadamente poderosa en el manejo del Lado Luminoso de la Fuerza, pero nunca a cultivado demasiado las artes del combate, y no se la recuerda esgrimiendo un sable de luz. Fue miembro del Consejo Jedi
junto con Vrook, y Atris y tenia la misma linea conservadora que ellos, pero era menos estructurada en sus juicios y mucho mas compasiva y abierta, quiza mas cercana al Maestro Vandar. Cuando Revan propuso la guerra contra los Mandalore, ella dijo que la Orden debia ir a ayudar a los heridos y organizarse para evacuar y refugiar a los civiles, pero se opuso a atacar a los conquistadores. Decepcionada de las discusiones, en el
año 21.090 deja el consejo para aceptar la invitacion de Draay que queria formar un "Nuevo Covenant" Jedi en una especie de retiro espiritual en una Luna sin Mombre, junto a varios Jedi, destinados a ver la forma de que la Orden sobreviva a las guerras que venian. Aleco no apreciaba a Draay para nada, y nunca se llevo bien con el, pero fue de los que opinaron que habia que darle una segunda chance pese a ser un asesino de padawans. Aunque la idea de un retiro en un lugar desconocido donde pudieran sostener el espiritu de la Orden frente a las calamidades que venian le parecia importante, no permanecio
mucho tiempo en la Luna Sin Nombre, y en las varias guerras que siguieron oficio de curadora, solo refugiandose de nuevo con el Nuevo Conclave durante el ataque del Triunvirato Sith, ya que tenia poco que hacer como guerrero. Tras la derrota del Triunvirato, fue el unico miembro del Antiguo Consejo que fue convocado expresamente por los Seguidores del Exiliado cuando estos re-fundaron el Consejo, y su presencia mediadora ha ayudado mucho a que se mantenga la cohesion de la orden. Fue ella la que propuso a Soslan como onceavo miembro,

Maestro Deesra Lur Jadaa



Especie: Twi Lek

Sexo: Masculino

Edad: 62 (Nacido en 21.051)

Poderoso guerrero Jedi de su generacion, y padawan de Tott Doneeta, Deesra es fue uno de los mas famosos cazadores de su epoca, acreditado con un record en la matanza de Terantateks que aun no ha sido superado. Como su maestro, posee una gran conexión con la Fuerza que se manifiesta en un talento natural para relacionarse con la naturaleza y las mentes animales, que lo ayudo muchisimo en sus aventuras. Fue varias veces el Coordinador de la Gran Caceria, ademas de participante, y extendio su caza a diversos focos del Lado Oscuro que habia en la Galaxia. Criado en una epoca donde los Jedi eran mas heroes que burocratas, se ha negado a ver los problemas en el nucleo de la Orden, quiza hasta que fue muy tarde. Cuando Revan convoco a la Guerra con los Mandalore, Deesra estuvo de acuerdo, pero no tuvo el temple como para decirlo, y en vez de eso evito votar y se unio a la Orden Gris, una subdivision de la Orden Jedi que operan como semi-retirados bastante al margen de los edictos de la Orden repartidos en todo el borde exterior. Deesra combatio a los Mandalore cuando se encontro con ellos, pero no fue a buscarlos y no defendio la causa de la guerra. Deesra es un hombre de accion, y el avance de su edad no ha disminuido demasiado su impetu y para nada su capacidad, pero nunca tuvo el orgullo guerrero de otros Jedi y, como buen cazador, siempre tuvo mentalidad practica, retirandose de la escena cuando la situacion asi lo exigia. Nunca tuvo, ademas, dotes para el liderazgo ni para cuestionar ordenes, mas alla de no cumplirlas el mismo si las consideraba erroneas, y esquivo siempre que pudo cualquier situacion politica o diplomatica. Para el, el enemigo siempre estuvo claro, y son los Sith. Combatio contra las fuerzas de Darth Revan y Darth Malak, sobrevivio a varios bombardeos e intentos de asesinato durante la Guerra Civil Jedi y la Gran Purga y se encontraba en Dantooine reconstruyendo el templo cuando los seguidores del Exiliado volvian de las luchas con el Triunvirato Sith, por lo que fue rápidamente incluido en el
Consejo Jedi por ellos cuando lo reorganizaron.


Maestro Soslan




Especie: Epicanthix (Cuasihumanos)

Sexo: Masculino

Edad: 68 (Nacido en 21.045)

El miembro mas reciente del Consejo, y sin embargo uno de los de mas edad, Soslan fue durante casi toda su vida un Jedi de muy bajo perfil. Fiel adherente a todos los principios de la Orden, es sin embargo muy critico de la dirección conservadora que esta ha tomado en las ultimas decadas, y trato siempre de mantenerse lejos de las discusiones y con las manos ocupadas ya que, segun el, siempre hay mucho que hacer como para ponerse a hablar. Como caballero y maestro es ampliamente reconocido y muy respetado, pero la naturaleza fuertemente politica y diplomatica de las acciones de la orden en los ultimos decenios impidieron que su actividad llame demasiado la atencion. Su adherencia al codigo Jedi sin embargo lo hubieran hecho un candidato perfecto para el consejo desde hace muchos años si la faccion conservadora, que apreciaba su integridad, no hubiera captado rapidamente su falta de interes en cuestiones politicas y, sobre todo, su casi total aversion a juzgar a los demas. Soslan es un Jedi de la vieja escuela, que cree que los caminos de la Fuerza son elecciones personales, no de un corpus de leyes, y que nadie tiene derecho a decirle a nadie lo que tiene que hacer, a menos que la vida de inocentes este en peligro. Cuando Revan llamo a la guerra con los Mandalore, Soslan condenó la inacción de la Orden, pero prefirio la postura de algunos Jedi de ayudar tras las lineas a los enfermos, heridos y damnificados, antes que ir a luchar en el frente contra los conquistadores. Durante el ataque Sith, la disolucion temporal de orden y la Gran Purga, el continuo trabajando en las tareas que creyo oportunas. Solamente acepto el puesto en el Alto Consejo para tratar de contrarrestar tendencias peligrosas dentro de la Orden, que el ve con verdadero horror, como la masacre de Taris y otras acciones llevadas a cabo por la faccion conservadora cuando se les da rienda suelta. Soslan es un guerrero formidable que pelea con un sable de luz doble y posee una maestria en el uso de la Fuerza que pocos pueden igualar.

En Coruscant: El planeta capital de la Republica Galactica alberga a la mas grande e imponente de todas las sedes del consejo Jedi, el Templo Jedi, una auntentica ciudad religiosa con amplias zonas abiertas a los creyentes. Tiene su propia biblioteca, gemela de la de Ossus aunque no tan completa, y en el funciona la coordinacion entre la Orden Jedi y la Republica, sobre todo su poder judicial, ademas de todo el sistema administrativo y burocratico de la orden, que organiza sus actividades en toda la galaxia. Por este motivo, 3 miembros del Alto Consejo Jedi tradicionalmente y 4 en la actualidad, aquellos intimamente relacionados con la coordinacion entre la Orden y la Republica, residen en Coruscant. Las reuniones generales del Alto Consejo se realizan sin necesidad de que sud integrantes se muevan del planeta de donde estan. Proyectores holograficos especiales conectados a trans-receptores similares a los de la Holored, pero conectados con la Fuerza y armonizados con el Lado Luminoso, como los Holocrones Jedi, permiten a los Maestros Jedi estar presentes en las sesiones desde Coruscant sin temor a que su transmision sea interferida o corrupta, ya que cada transreceptor responde solo a un patron particular en la Fuerza. Al igual que en un Holocron, esto no puede cambiarse, y si un miembro del Consejo es reemplazado por otro, debe fabricarse para el un nuevo trasnreceptor.

Maestro Mical (Jefe de Justicia)




Especie: Humano

Edad: 36 (Nacido en 21.077)

Mical fue un Discipulo Jedi que sufrio las consecuencias de las Guerras Mandalorianas en su aprendizaje, porque todos sus posibles maestros partieron a las guerras y volvieron como Sith, o fueron exiliados, o murieron combatiendo a los Sith. Habiendose pasado de la edad para ser Padawan, fue olvidado por la Orden, que tenia problemas mas urgentes, y finalmente cuando los Jedi desaparecieron y la Orden fue disuelta durante la Gran Purga, Mical perdio por completo el rastro de sus antiguos posibles maestros. Se dedico, en estas circunstancias, a compilar toda la informacion que pudo acerca de la Orden y a tratar de aprender por su cuenta. En estas circunstancias fue encontrado por el Exiliado, quien completo su entrenamiento y por fin lo convirtio en Caballero Jedi, participando en la cruzada contra el Triunvirato Sith. Mical fue un caso especial, un Jedi criado en los ideales conservadores de la Orden de la epoca de Vrook, pero aun asi completamente leal a las ideas del Exiliado y sus Seguidores. Con sus conocimientos de la Orden, Mical es un Jedi extremadamente capacitado en los caminos de la Fuerza, si bien no demasiado creativo, y fue el quien les propuso a los otros Seguidores re-fundar la Orden en base a principios mas amplios, y el que los guio para hacerlo, convirtiendose en Jefe de Justicia de la Orden y operando en Coruscant como coordinador con el poder judicial de la Republica.


Maestra Bastila Shan (General Mayor)



http://www.imdb.es/media/rm2140438784/nm3592338

Especie: Humano

Sexo: Femenino

Edad: 37 (Nacida en 21.076)

Bastila fue una de las Jedi mas talentosas de su epoca, habiendo dominado la Meditacion de Batalla cuando todavia era un padawan y no llegaba a 20 años de edad. Heredera de todo el idealismo de lo mejor de la Orden Jedi, valiente y talentosa ademas de una combatiente eficaz, y sumamente poderosa, fue ella la que encabezo el grupo Jedi que capturo a Darth Revan, y cuando le lavaron el cerebro fue la encargada de rehabilitarlo. Termino enamorada de el y capturada por Darth Malak, que intento usar la Meditacion de Batalla de Bastila contra la republica, pero Revan lo detuvo y la rescato. Sin embargo, poco despues la abandono, para partir a las Regiones desconocidas. Bastila hizo la carrera de la Orden Jedi mas rapida de toda la historia, siendo nombrada Caballero a los 21, Maestro a los 23 y miembro del Alto Consejo Jedi a los 24. Como miembro del Alto Consejo, Bastila operaba en el gran Templo Jedi de Coruscant, sirviendo como coordinadora con las Fuerzas Armadas de la Republica, y asistiendo a las reuniones del Alto Consejo en Dantooine por medio de un sistema de hologramas. Sólo un año despues de su nombramiento, Bastila recibio la directiva de disolver la orden Jedi de manera temporal, para quitarle a Darth Nihilius su presa. Aunque la orden fue oficialmente acatada y la mayoria de los Jedi desaparecieron de escena, ella y los otros dos miembros del consejo que operaban desde Coruscant siguieron trabajando como antes. Coruscant nunca llego a ser atacado por el Triunvirato Sith, y Bastila continuo ejerciendo sus funciones hasta que los Seguidores del Exiliado reconstruyeron la Orden Jedi y la confirmaron en su cargo.


Maestro Bejmen




Especie: Humano

Sexo: Masculino

Edad: 49 (Nacido en 21.064)

Behmen fue el primer y mas apreciado padawan del difunto Maestro Jedi Vrook Lamar, tanto por su capacidad como por su conviccion. Siguio sus pasos de cerca, y se convirtio en caballero Jedi a edad relativamente temprana. Se hizo famoso por sus dos severas discusiones publicas, debates, con el General, una como padawan ambos, en Dantooine, y otra cuando el General estaba instando a la Orden Jedi a seguir a Revan a la Guerra Mandaloriana. Aunque es un hombre de discurso firme, sereno y reflexivo, se vio abrumado por el carisma y la capacidad del General para la logica y el debate, siendo derrotado en ambas ocasiones. No obstante, sus argumentos siempre fueron vistos como validos y suficientes por todos los Jedi que rehusaron activamente seguir a Revan y al General. Poco despues de la partida de los Jedi a la guerra, Behmen apoyo a su maestro y al consejo Jedi organizando una caceria de Jedi de los que habia sospechas de que podian estar ayudando al General en secreto, por lo que muchos lo apodaron el "cazador de Brujas", pese a que el y su maestro habian condenado con firmeza la Masacre de Taris. Behmen fue incorporado al Alto Consejo Jedi como uno de los tres maestros que operaban desde Coruscant poco despues de la partida de Revan a las regiones desconocidas, y como los otros miembros del consejo que residian allí, siguio en sus puestos cuando la Orden fue disuelta para escapar de Darth Nihilius, pensando en lo importante que era para la republica el Templo Jedi. Como su maestro, Behmen es severo, cauteloso, pesimista, cínico, desconfiado y paranoico, pero se muestra tranquilo y amable al hablar en lugar de la brusca, grosera personalidad de Vrook, lo cual le permitio debatir con el General y ganarse el aprecio de la opinion mas conservadora de la Orden.
Orden disuelta. Cuando la Orden se reorganizo en manos de los seguidores del Exiliado tras la destruccion del Triunvirato Sith, Behmen volvio a asumir de puesto en el Alto Consejo Jedi desde Coruscant sin consultar a nadie, declarando que nunca habia renunciado como miembro del Alto Consejo, y fue aceptado a regañadientes por los seguidores del Exiliado porque tenia razón. Es el principal opositor a la linea del Exiliado, y el que recientemente propuso a Draay como miembro del consejo.


Maestro Ohwun Trehalt (Administrador del Templo Jedi)


Especie: Duros

Sexo: Masculino

Edad: 55 (Nacido en 21.058)

Este miembro de la familia real del planeta Duros, cuyo hermano mayor es el gobernante actual de ese mundo, fue un Jedi notable y se transformo en un capacitado maestro, a pesar de que nunca trascendio demasiado. Muy apegado al pensamiento mas ortodoxo de la Orden, se opuso a la idea de Revan de combatir a los Mandalore, y en el año 21.090 se unio a Lucien Draay en la Luna sin Nombre, despues de que este fuera indultado por la masacre de padawans ocurrida un año antes y formara el Nuevo Covenant, cuya tarea era que el "espiritu de la Orden" sobreviva. Aunque originalmente se habia horrorizado por los crimenes de Draay, decidio aceptar la propuesta por considerar a su objetivo como muy necesario. Cuando Malak fue derrotado, Ohwum fue convocado a ser miembro del Alto Consejo Jedi, ya que los miembros del nuevo covenant, excepto su polemico fundador, eran considerados muy fiables. A partir de alli pasó a residir en el Templo Jedi de Coruscant, del cual se convirtio rapidamente en el director ejecutivo, y por lo tanto coordinador entre la Orden Jedi y el Gobierno republicano. Al igual que Bastila y Behmen,
permaneció en su puesto cuando de resolvió disolver la orden para quitarle a Darth
Nihilius su presa. Cuando la orden Jedi se reorganizó en manos de los Seguidores del Exiliado tras la derrota del Triunvirato Sith, Ohwun fue confirmado en su puesto para evitar discusiones, aunque el venir del proyecto de Draay hizo que se lo mire con sospecha. Ohwun es apreciado en la Orden por su experiencia y su capacidad didactica y administrativa; es un eficiente organizador, que se ocupa de coordinar las varias academias y proyectos a escala interplanetaria de la Orden.


Desde Ossus: Aunque el Sistema Ossus fue arrasado durante la Gran Guerra Sith, gran parte de su biblioteca fue rescatada a la base espacial Exis, donde continuo funcionando la Gran Biblioteca Galactica. Aunque mucho el material fue copiado y enviado a Coruscant, la Base Exis fue transladada por la Maestro Atris al desolado mundo de Telos y oculta en su casquete polar, para sustraerla de la busqueda del Triunvirato Sith. Luego de la reconstruccion de la Orden, la Base viajo de nuevo a Ossus, donde se instalo en Nerit, una de las lunas del planeta. Aunque Ossus esta inabitable y cubierto por una grueso e impenetrable capa de gases, Nerit es como una version pequeña y mas salvaje, cubierta de junglas peligrosisimas. La base Exis fue oculta en esta luna, y alli funciona ahora la Gran Biblioteca de Ossus. Como es tradicional, el Maestro Bibliotecario de la Orden opera desde alli, participando en las reuniones del Alto Consejo mediante un proyector holografico similar a los que utilizan en Coruscant. Auque la base es inmensamente grande, menos de 100 Jedi en total operan en esta sede de la Orden, por la hostilidad y aislamiento de la Luna de Nerit.

Maestra Brianna (Maestro Bibliotecario)



Especie: Echani (Cuasihumanos)

Edad: 39 (Nacida en 21.074)

Brianna era miembro desde su temprana adolescencia de las Servidoras (Handmaidens) un cuerpo exclusivamente femenino de auxiliares de combate y vigilancia para los Jedi que comenzo a formar la Maestra Atris cuando se oculto en el polo de Telos durante la Gran Purga Jedi. Las Servidoras, a semejanza de las Tropas de Asalto Sith, eran no-usuarios de la Fuerza entrenados en artes marciales echani y multitud de tacticas especiales asi como tecnicas para resistir el control mental. Brianna es hija de una famosa Maestra Jedi, que entreno a Revan mismo, y uno de los mas renombrados generales Echani. Cuando el Exiliado paso por la Academia de Atris, Brianna se unio a la expedicion contra el Triunvirato Sith, y paso a ser una de sus Seguidores. Fue entrenada por el como caballero Jedi y se convirtio en una guerrera suprema, combinando el dominio de las tecnicas mas marciales del Lado Luminoso con las artes del combate Echani que se basan en la anticipacion y el dominio del flujo de la pelea. Es uno de los que re-fundaron la orden en nombre del Exiliado, y tiene un compromiso muy fuerte en la proteccion del conocimiento antiguo, que siempre fue su pasion, y en la destruccion de cualquier seguidor del Lado Oscuro.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Hope: Ideas


Encendí los motores de mi nave y despegué hacia el Enclave. Quería volver a trabajar en ella como antes, y lo iba a hacer, pero primero tenía otras prioridades. Tenía que armar mi sable nuevo primero, después de pensarlo un poco decidí que era mejor usar los cristales Damind y Phond en el sable. El Damind me iba a dar más precisión en el golpe y gracias al Phond iba a hacer más daño luego de golpear... Tenía que definir cuál iba a usar como cristal principal, no me disgustaban ninguno de los dos colores…

Después iba a tener que fabricar el talismán para dejar la información a buen recaudo, con el cristal rojo de mi sable actual. Quizás me llevara más tiempo del que tenía planeado, aunque no lo sabía con exactitud, jamás había fabricado algo como eso… Tenía que dejar el disco para el final, a pesar de que tenía más ganas de experimentar construyendo eso que las otras dos cosas. El cristal Nextor lo iba a dejar para el disco, ya que no iba a tener mucha práctica en su uso, tener más precisión en ataque y defensa me iba a ayudar bastante al principio.

Estaba más tranquila ahora, la información del talismán sith estaba a salvo, y ya no iba a tener que hablar sola frente al Consejo. Esperaba que Liz estuviera de acuerdo con lo que quería proponerle a la Orden… A mi modo de ver era la mejor opción para todos, no iban a molestar a Ariella, Todrik iba a poder seguir cuidándola como siempre y yo iba a poder buscar siths en espacio republicano sabiendo con bastante precisión donde iban a encontrarse… Mientras me daba tiempo de descubrir dónde estaba el susodicho planeta y cómo llegar rápidamente allí. No era mi idea ir por el momento, pero quería tener la ubicación exacta y un sistema para llegar rápidamente por si acaso.

En mi mente comenzó a surgir una pregunta ¿qué pasaría si intentaba modificar un hiperimpulsor para ser usado con la Fuerza? La teoría indicaba que se podía llegar de un punto A a un punto B a través de la dimensión hiperespacial en mucho menos tiempo de lo que se tardaba realmente. Esto había sido aplicado a los hiperimpulsores, haciendo posibles los viajes por la galaxia a la velocidad de la luz… pero ¿qué pasaría en el caso en que se pudiera canalizar el flujo de la Fuerza a través de los viajes hiperespaciales? Si yo podía por ejemplo, acelerar la velocidad en que se bajaba normalmente la información de un sistema a un soporte usando tecnosincronización, tenía que haber una forma de hacer lo mismo con un hiperimpulsor, pero no era lo mismo manipular información que contraer de alguna manera el espacio y el tiempo a la vez…

Tenía que hacer algunos cálculos… pero no era tiempo para eso ahora…

Recordé la primera vez que había hablado con Todrik, me había enfadado tanto que no quería volver a verlo nunca más… eso me hizo reír. Seguramente Liz también se iba a reír cuando lo supiera… ¿cómo había cambiado tanto mi percepción desde esa vez a hoy? No había pasado mucho tiempo… ¿Veinte días quizás?

Por una parte había cambiado mi percepción de todo, de la orden, de los jedis, de la misma forma en que veía a la Fuerza, y eso ya de por sí era mucho, si lo pensaba así no era tan raro… pero más allá de eso, él no era como me había mostrado ese día, esa era la faceta que usaba para mostrar frente a los jedis, así como yo mostraba mi faceta de “niña buena” frente a la Orden mientras les ocultaba la posible ubicación de un planeta sith.

Ahora que lo conocía un poco más sabía que él no era así, era solo su fachada. Pero esa fachada que antes me repugnaba ahora me causaba mucha risa, y me había costado mucho reírme después de lo que había pasado, y ahora era tan fácil… y no solo me hacía reír, me hacía sentir cosas que creí que no iba a volver a sentir nunca más…

En ese momento volví a pensar en lo que iba a proponerle a la Orden, y me di cuenta de que no lo había hablado con él aún, supuse que iba a estar de acuerdo pero ¿si no era así? Tenía que consultarle primero, mejor era contarle antes que tener que solucionarlo una vez que ya lo hubiera dicho enfrente de todos. Estaba bastante distraída últimamente tendría que haberle hablado de esto en persona… pero ya no había remedio, quedaba poco para la reunión.

“Todrik, voy a proponerle algo a la Orden pero quiero saber primero si estás de acuerdo. No me preguntes por qué no te lo dije antes, no sé, estoy muy distraída últimamente. Me quedé pensando en lo que dijiste, que la gira de Ariella estaba planeada meses antes de que llegaran ustedes al planeta, y evidentemente a ella la están buscando. Es la mejor forma que tengo para saber dónde van a estar los siths y cuando. Sé que ella no va a querer dejar de cantar, y la admiro por eso, también sé que vos la vas a proteger de los siths, pero si son demasiados vas a necesitar ayuda, y la verdad es que yo los quiero ver muertos. Así que voy a pedirle a la Orden que me deje irme con ustedes, no como jedi de la Orden, porque es obvio que nos están esquivando, solo voy a ir como guardaespaldas de Ariella. Si me lo permiten, les pediré que me dejen ir con mis antiguos compañeros.”

Era la mejor opción para matar a los siths, pero también era la mejor opción para estar con él. Me alegré que ahora no solo matar a los siths fuera lo que me impulsara a seguir adelante…

“Y yo que pensé que ibas a buscar una excusa para escaparte de mí. La idea me parece genial....¿que querés que te diga? ...euuu… ¿los Jedi tienen prohibido el alcohol o algo así? Suerte, linda, cuidado con los escaneos mentales, y mejor esperá el que hablen ellos... tengo un mal presentimiento de todo esto...”

No podía culparlo por el mal presentimiento, yo tenía esa sensación hace rato.

“¿Y por qué iba a buscar una excusa? Sos mi camino hacia los siths. Claramente no voy a perder semejante oportunidad. Los jedis no prohíben el alcohol al menos hasta donde sé ¿tenés planeado unirte a la orden? Eso sería muy gracioso."

"¿Yo jedi? Sí, claro, el día que todos los sith se hagan luminosos... capaz. Te preguntaba lo del alcohol porque en mi nave hay mucho y vamos a viajar juntos si sale bien tu propuesta a tus jefes".

Me reí.

"No me afecta si en tu nave hay alcohol o no, yo no tomo pero no me importa si los demás lo hacen".

Mi corazón ya nunca iba a estar completo, pero el pedacito que quedaba, pequeño como era, ya se lo había entregado a él, y a pesar de que hacía muy poco que lo conocía estaba segura de que él iba a poder cuidarlo mejor que yo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Hope: Todrik


Las siguientes horas las pasamos juntos, abrazados en el sofá del living entre las cajas que estaban apiladas por todos lados.
Yo tenía los cristales en la mano pensando cómo los iba a usar.
-Podría usar el Nextor para mi sable nuevo…
-Deberías usar el Damind, es mejor para sables de luz.
-¿Y dejar el Phond para el disco?
-¿Por qué no?
-Podría hacer un sable con dos cristales… el Nextor y el Damind.
-¿Y qué vas a hacer con el que está ahora en tu sable?
-Una especie de servidor portátil, va a almacenar mucha información…
En ese momento me di cuenta de que no había ido a la nave de la orden para bajar los datos del talismán sith, y quizás ya hubieran bajado la información al servidor de la orden. Había dejado los datos en una burbuja de tecno-sincronización, pero se iban a dar cuenta de que había más datos de los que se veían…
-¡MALDICION!- dije y me levanté de repente.
-Estoy de acuerdo- dijo Todrik y se rió.
-¡Me hiciste olvidar que tenía algo muy importante que hacer!
Enseguida me levanté y fui directo a mi nave. Él me siguió.
-Bueeeno, perdón ¿te puedo ayudar?
Eran las cuatro de la tarde, con suerte podía llegar a tiempo antes de que bajen la información, y si no iba a tener que hacer limpieza.
-No, salvo que quieras venir al espacio-puerto de la orden y explicarles por qué no fuiste ayer.
-De hecho, si tendría que ir... además es el único espacio-puerto del planeta, tuve que ir para entrar.
-¿Y vamos a dejar a los chicos solos?
Qué bueno era saber que no era la única que se había olvidado de algo importante.
Sonreí.
-Bien pensado, anda, te espero.
-Voy a volver rápido, no creo que tengas tiempo ni de extrañarme.

Subí a la nave pensando que quizás la idiotez era contagiosa, pero a la vez no me podía borrar la sonrisa del rostro.
Llegué en una media hora, me saludaron como era rutina. La nave estaba donde la había dejado pero habían entrado algunas personas de mantenimiento. Fui directo al puente de mando para verificar la información, como creía, ya habían vaciado la computadora de la nave y habían enviado todo al servidor de la orden. Nada que no pudiera solucionar pero iba a llevar más tiempo.
El contenido estaba encerrado y protegido por varios walls que se activaban solo si veían que “había algo ahí”. Agradezco que en la Orden no tienen mucha idea de estas cosas y ni se dieron cuenta de que estaban bajando más contenido del que “se veía”.
Iba a tardar tres horas en bajar el contenido a mi nave, así que aproveché para borrar huellas mientras tanto. Pedí acceso normal, podría haber forzado la entrada con Tecnosincronización pero eso iba a ser mucho más sospechoso, y además era normal que yo ingresara con mi código al servidor. Solo necesitaba mostrar que estaba revisando los datos del viaje mientras borraba lo demás sin dejar rastro.
Cuando encontré la información y empecé a bajarla escuché que alguien me saludaba.
-Caballero Hope ¿cómo está?
Era un jedi Zabrak, bastante joven, sabía que había sido nombrado caballero recientemente.
-Buenas tardes- le respondí.
-No se la ve muy seguido por el Enclave- se acercó.
En la pantalla solo mostraba que estaba rastreando información, así que no había ningún tipo de riesgo, pero me estaba poniendo nerviosa así que supongo que lo traté más fríamente de lo normal. Le hablé mientras seguía trabajando en lo mío.
-Estaba en misión, llegué ayer.
Sabía que el chico no tenía idea de máquinas o de computadoras. Pensé que todo eso era por culpa de Todrik, aunque no podía culparlo porque ahora me caía demasiado bien.
-Por aquí estuvo todo tranquilo parece...- comenté.
-Sí, todo estuvo bien...que la Fuerza te acompañe!
Se debe haber aburrido de que no lo haya mirado siquiera.
Traspasé toda la información, sin dejar huellas y por si acaso también la aislé en mi nave. Ahora solo tenía que trabajar en el talismán y traspasar la información y todo estaría a salvo.
Mientras estaba trabajando me informaron que el maestro Soslan llegaba en dos horas y media, lo que me daba tiempo para volver a casa. Cuando me estaba alejando los vi en el radar, no los saludé, ya iba a haber tiempo para eso en la reunión. Me alegraba que esta vez no tuviera que estar sola, ya estarían allí Liz y los demás para acompañarme.

¿A qué hora era la reunión? No me acordaba, revisé la información y vi que tenía un mensaje de la Orden avisando que la reunión se pasaba para las 24 hs. porque tenían cosas que discutir con el nuevo miembro del Consejo. Genial, iba a poder cenar tranquila.
Sabía que desde las 21 iban a estar discutiendo sobre política y realmente no era algo que me moría por ir a escuchar.
Bajé de la nave, Todrik estaba practicando, parecía feliz de poder usar de nuevo la Fuerza como antes.
Me besó y notó que yo quería descansar así que me dijo que iba a buscar algo a su nave.
Entré a la casa y me tiré en un sillón pensando “Eso estuvo demasiado cerca”.
Ariella estaba cocinando, me alegré de no tener que irme rápido como la otra vez. Alex estaba practicando en la otra habitación.
-Huele bien.
-Gracias. Sos el primer Jedi con el que hablo que no me quiere reclutar.
Me reí y ella también lo hizo.
-No me gusta forzar a la gente a nada.
Siguió trabajando en la comida, no sabía qué era pero olía muy bien. Me sorprendí mirando hacia la puerta ¿Dónde se había metido?
-¿No hay otra forma de hacer las cosas que no sean esas guerras que hacen ustedes y los sith?
-Supongo que sí, pero somos demasiado ciegos para ver opciones.
Yo no iba a ser la primera en intentarlo.
-Yo no quiero agarrar un arma nunca en mi vida, ni hacerle daño a nadie.
-Eso está muy bien, hay otros que lo harán... Yo perdí a toda mi familia en las guerras. Supongo que no soy el mejor exponente para intentar otras opciones.
Puso cara triste y me preguntó:
-¿Los querías mucho?
-Sí, los quería mucho.
-Yo quería mucho a mi familia hasta que me di cuenta de que se estaban aprovechando de mí.
-Eso debe haber sido muy duro... y triste.
-Cobraban carísimo los recitales, se gastaban la plata, me hacían trabajar aunque estuviera cansada...- se le cayó una lágrima.
Me acerqué a ella, y me dejó que la abrazara.
-Yo lo que quería era que todos me escuchen, no me interesa la plata- dijo y se puso a llorar.
-Tranquila, no hay que pensar en lo que ya paso, ahora tenés un guardaespaldas que te quiere mucho, y no le digas que te dije esto, pero creo que te quiere como si fueras su hija. Seguramente te va a proteger por siempre, tengas plata o no.
Ella sonrió y se secó las lágrimas.
-Perdón
-No pidas perdón, llorar hace bien, no es bueno reprimir las lágrimas.
Empecé a poner la mesa justo cuando Todrik entró por la puerta. Noté que iba a levantar los platos con telekinesis pero enseguida se controló y los fue a buscar.
Me reí.
-¿Viste? No es tan difícil- le dije.
-Igual, insisto, a la Fuerza no le importa. Pero bue…
-¿Cómo sabes?
-Cuando la Fuerza se lastima, se nota. Lado Oscuro se llama.
El Lado Oscuro no lastimaba a la Fuerza era otra forma de verla, pero no iba a ponerme a hablar de eso ahora y la verdad tampoco quería contarle a él mi paso por el Lado Oscuro.
-Interesante visión, mientras no termines creyendo que sos su amo supongo que está bien.
-Nadie es el amo de nada, son ficciones de la gente eso ¿para qué querría ser el amo de algo? es algo que nunca entendí.
-Hay gente que le gusta.
-Sí, bueno... qué sé yo... la verdad me parece bastante inmaduro “OOOHHHH SOY EL AMO DE LA GALAXIA” tarado.....
-Bueno me alegra saber que no te vas a convertir nunca en emperador- En ese momento me vi de nuevo por un segundo en la visión, al lado de la Estrella de la Muerte- Es un alivio para la galaxia- finalicé.
-Gracias
No estaba molesto por el comentario, pero me acerqué a él y lo abracé. Él me besó y nos quedamos así abrazados.
-Debería ir a la reunión de tu Orden- se rió- en algún momento.
-Supongo que no tenés mas opción... ¿será muy sospechoso que lleguemos juntos?
Aunque lo dije como si no me importara en lo más mínimo.
-Los Jedi son todos chusmas, bueno menos vos. Como vos quieras, es tu Orden, no la mía.
-Supongo que habrá que respetar las formas...
-A menos que tengas ganas de hacerte la rebelde.
-Solo por el pequeño detalle de que no informe que estabas acá.
Me besó de nuevo.
-No creo que tengan mucho margen para hacerse los exquisitos. Por cierto, ¿dijeron algo interesante anoche?
-Lo más interesante fue la traducción de la visión que tuve...
Y lo dije con un tono de que quizás no era lo más conveniente hablarlo en ese momento.
-¿Quien la hizo? ¿la sith?
-Sí, veo que estas informado.
-Sale en los diarios, quien es miembro del consejo Jedi, Caballero Hope. Son muy famosos ustedes. Mira.
Agarró su datapad y me mostró el diario, en la portada estaban Kalissa, Derlin y un hombre que supuse era Soslan debajo de un titular que decía que asumiría como miembro del Consejo.
-Ah, el Maestro Soslan, él fue el que me enseñó a usar el sable de luz. Que raro que haya aceptado, siempre fue un Jedi "del pueblo" digamos.
-No me digas “caballero Hope” no me gusta ¿Soslan fue el que te enseñó?
-Sip, hace como quince años.
-Quizás aceptó porque no le quedo otra opción
-Ya veo...
Se quedó pensando pero al rato ya se había olvidado.
-Estaba pensando que no cruzamos sables aun...
-¿Estás preparado para perder?
-No sería quien soy sino hubiera perdido nunca
-Bueno supongo que me tengo que ir... aunque primero voy a probar lo que cocinó Ariella.
Dije eso pero se notaba que tenía pocas ganas de soltarlo.
-Bueno, si querés vamos juntos y ya
Y se rió.
-No, mejor voy primero
-Bueno
Lo besé y lo solté, recién en ese momento él me soltó a mí. Estoy segura de que si hubiera querido irme antes no hubiera podido escaparme.
La comida que preparó Ariella estaba muy rica, me hubiera gustado quedarme un rato más allí, esa reunión me recordaba a las cenas familiares, en ese mismo comedor, muchos años atrás…
Fui a mi cuarto y me puse la túnica jedi, iba a llegar una hora antes si me iba en ese momento así que salí afuera hacia mi nave para partir.
Que alivio era saber que no iba a estar sola esta vez…

Cuando me dirigí a la nave pensé que no quería llegar temprano y la verdad era que seguía haciendo tiempo para estar con él. No me preocupé más, total a él no le importaba llegar tarde.
-Yo no voy con la nave hasta el Enclave, la dejo en el espacio-puerto de al lado y llego con la speederbike, así que si salimos al mismo tiempo va a estar bien, yo voy a llegar despues.
-Entonces si podemos entrenar un rato- sonreí.
Teníamos poco tiempo pero me alcanzaba para ganarle.
Encendí mi sable que brilló rojo en la oscuridad. Activé mi poder para saber sus movimientos antes de tiempo pero me sorprendió saber que él también lo manejaba. Genial, iba a ser más divertido. Su sable era verde, tenía un cristal Viridian.
Al poco tiempo de empezar me di cuenta de que su técnica era bastante superior a la mía pero yo lo superaba a él en el manejo de la Fuerza.
Aún así algunos golpes pasaron mis defensas. Decidimos dejarlo en un empate.
-Pense que iba a ser mas fácil- me reí- Ahora voy a tener que ir a bañarme, en fin, supongo que llegar quince minutos tarde no hará nada.
Él se rió.
-Te estoy contagiando.
-La verdad que sí, y eso no puede ser nada bueno...
-Depende el punto de vista
-No creí que pudieras usar sentir en combate, me sorprendiste.
-Me gusta sorprender.
-Igual podrías mejorarlo, aunque eso haría que puedas ganarme, no me conviene enseñarte.
-¿Cuál es el problema con que te gane? ¿orgullo Jedi? Seguro encontrarías un truco en algun momento. Nadie gana siempre.
-Supongo que algo de eso hay, igual voy a enseñarte.
-Gracias.

jueves, 5 de mayo de 2011

Hope: Entrenamiento


Me desperté cuando el sol dio en el vidrio de la ventana. Quería seguir durmiendo me sentía cansada, los ocho días que había estado en el Lado Oscuro se notaban ahora en mi cuerpo. Parecía como si me hubieran golpeado, no sabía si era un cansancio físico, o mental, probablemente una mezcla de ambas.
En la mesa de luz había una bandeja con el desayuno, no era nada que hubiera visto antes, pero olía bien. Salí de la habitación con la bata y me senté en el comedor.

-Prima, tu invitado me ganó de mano y preparó el desayuno.
-Hola Alex, eso parece…
Lo probé, no estaba nada mal, me iba a servir para recuperarme del cansancio que tenía a pesar de que recién me había levantado.
Ariella estaba terminando su desayuno, y no dijo palabra, supuse que aún me tenía miedo, esperaba que se le pasara pronto. Por la ventana veía como Todrik intentaba arrojar sin demasiado éxito el disco sin usar la Fuerza.
-¿Dormiste bien?- le pregunté a Ariella.
-Sí, es muy tranquilo este lugar, gracias señora- dijo respetuosa.
Ese “señora” me hizo sentir vieja, y además me miraba con cara de desconfianza. Supuse que estaba incómoda por el hecho de que yo era jedi.
-Sentite como en tu casa. Cualquier cosa que necesites no dudes en pedirlo a Alex o a mí.
Ella asintió con la cabeza.
Terminé el desayuno y volví a mi cuarto para ducharme y vestirme. Busqué ropa cómoda, de esa que usaba siempre para estar en casa, un jogging, una remera, nada muy rebuscado. Después me fui afuera, a ver como entrenaba Todrik. Seguía ahí, no se había movido.
-Buenos Días.
Seguí con la vista el disco, se notaba que sin estar encendido necesitaba mucho más envión al arrojarlo.
-¿Que tal la reunión con el Lado Burócrata de la Fuerza?
-Mejor de lo que esperaba, aunque seguramente pasen unas dos semanas hasta que tomen una decisión. Con mucha suerte.
-Oí que después de las masacres, lo que quedaron no son tan malos.
-No es que sean malos...- el comentario no me hizo mucha gracia, yo había perdido a muchos seres queridos en la guerra. No lo había dicho con intención, pero me molestó por un segundo- por cierto, no dije que estabas acá.
-Saben que estoy en el planeta, supongo que habrán usado sus poderes para saber dónde.
Dejó de arrojar el disco cuando volvió a su mano, se acercó un poco y se sentó en el pasto.
-¿Solías vivir aquí?
-Sí, esta era mi casa en mejores épocas.
En ese momento me di cuenta de que estaba llamando a las guerras mandalorianas y a la Guerra Civil Jedi "Mejores Épocas".
Encendí el sable y me puse a practicar como solía hacerlo por las mañanas. Recordé esas mejores épocas cuando practicaba con papá en ese mismo jardín.
-Estas épocas no son tan malas, ¿que las hace malas para ti?
-No es que sean malas, son nostálgicas.
-¿Algo que recordar, entonces?
Noté que en ese momento miró la hora, seguramente estaba contando las horas y los minutos que faltaban para que pudiera usar la Fuerza otra vez. Su humor había ido empeorando a medida que pasaba el tiempo, aunque no se había quejado ni una vez.
No le respondí rápido a propósito. Él me miraba esperando la respuesta.
-Muchas cosas... te está costando el entrenamiento parece.
Y me reí.
Cerró los ojos y se rió, estaba tirado en el pasto, con el disco al lado.
-Digamos que no es lo más divertido que hice en mi vida. O sea no me importa sudar o estar 4 días sin dormir, pero taparme los oídos así es algo a lo que no estoy acostumbrado...
-Bueno pensá que ya queda menos- y me volví a reír.
Él se rió también y se tiró boca arriba en el pasto mirando el cielo.
-Tienen un lindo planeta. Entrene con un Jedi una vez, pero no fue tan cruel…
-No es lo mismo aprender a usar un sable que las artes de sentir en la Fuerza
-Hey, ¿cómo sabes que fue eso lo que fui a entrenar?
-No es muy difícil, está claro, tenés un sable de luz, y evidentemente entrenaste con un jedi para eso.
-Algunos de los míos saben usarlo, pero mi maestro quiso que tenga "entrenamiento Jedi genuino"
-Y siendo vos supongo que ni se molestó en entrenarte a sentir la Fuerza.
-Entiendo- volví a las formas con el sable.
-Algo me entrenó, pero he notado que tengo un problema ahí ¿Saben "ellos" que Ariella está acá?
-Yo no se los dije, y no pienso hacerlo.
-Dejame adivinar, la quieren cuidar.
-Adivinaste
-Pucha, esperaba que ya fuera "muy vieja"
-Les dije q si habías matado un sith eras perfectamente capaz de cuidarla, creo que estuvieron de acuerdo.
-Gracias por el cumplido. Por cierto, ¿algo que deba saber en particular, para golpear a esos tipos? No tuve gran experiencia con ellos, era bastante joven durante la Purga Jedi, donde también nos persiguieron a nosotros.
-Seguramente van a intentar que dejes a Ariella en la academia... te van a intentar convencer de que es lo mejor…
-Sí, lo intentarán, pero ella me paga para que la cuide de ellos.
Estaba segura de que si no le pagara lo haría de todas formas, me parecía que solo cobraba para no admitir que la quería.
-Supongo q lo harías gratis de todas maneras.
Me miró raro.
-Quizá, si ella no pudiera pagar... nosotros creemos que debemos ayudar al que lo necesita. Pero en ese caso, debería entrenarla, enseñarle a sobrevivir sola cuando yo no esté.
-Nosotros no tenemos un consejo ni una orden. Muchos de nosotros ni siquiera se llaman a sí mismos Zeison Sha.
-Entiendo, quizás no vendría mal que la entrenes un poco, solo para su defensa.
-Ella no quiere aprender, dice que la Fuerza no es para andar manipulándola, me sorprende alguien de su edad con ideas tan sofisticadas.
-Entonces espero q siempre tenga dinero para contratar un guardaespaldas. O que alguien pueda persuadirla de cambiar de opinión.
Se quedó pensativo cuando dije eso, pero mientras me seguía mirando.
-No seré yo, y no dejaré que nadie lo haga, mientras sea su guardaespaldas al menos, como sea, odia las armas.
-Está bien, no hay que obligarla si no quiere. La fuerza no implica solo manejar armas.
-Que malos ejemplos somos de eso... Casi no hay tradiciones de la Fuerza que no usen armas...
La mayoría de las que había se unieron a los Jedi para no ser pasto de los Sith. Es una maldita guerra de la que no se puede salir sin pelear y convertirse uno mismo en soldado. Mi maestro odiaba el combate. Cuando estalló la Guerra Civil Jedi y los Sith se pusieron a cazar a cualquier Force User, el escapó a las Regiones Desconocidas.
-Bueno, algunos eligen eso, otros eligen morir- y miré mi casa vacía.
-¿Perdiste mucha gente en la guerra? Lamento haber hablado de "masacre" de manera liviana antes. Gracias por no enojarte.
-Quedamos solo cuatro, mis tíos, los padres de Alex, él y yo. Ya lo asumí, no voy a enojarme por eso.
-Debe haber sido muy duro ¿y además de tu familia? ¿había algo más?
-Dicen que los Jedis no tienen parejas, pero no todos se manejan así...
-Sí, tuve pareja, también murió.
Cuando dije eso miró para abajo y no dijo más nada. Pero no pasó mucho hasta que habló de nuevo.
-Entonces conociste el amor, muchos Jedi murieron sin saber lo que es. Y todos los Sith.
-Sí, pero supongo que no soy el común de los jedi.
-¿Y qué hay de vos? ¿Los Zeison Sha que opinan al respecto?
Se rió.
-No nos gusta prohibir cosas a nadie. No tenemos en absoluto ningún problema, de hecho ni se nos ocurriría tenerlo. En cuanto a mí, hubo alguna cosa, pero jamás funciono, es complicado adaptarse a mi estilo de vida. Especialmente en medio de una guerra donde yo era un blanco elegible por uno de los bandos y el otro me vivía acosando con "¿por qué no te nos unes?". Es complicado encontrar a alguien en una situación así, y que dure.
-Sí, quizás tenés razon, aunque yo no lo veo así…
-Tranquilamente puede ser lo contrario, podes aferrarte a lo que si tenés y que eso te de fuerza, lo entiendo... no me paso... las personas con las que compartí algo tuvieron miedo de lo que pasaría, o yo de no poder protegerlas de lo que vendría de estar conmigo…
-A veces no podes proteger al otro aunque quieras, el amor no es total dependencia.
-Yo pienso lo mismo... quizá el problema es que nunca estuve cerca de alguien que no fuera dependiente...
-Supongo que es lo lógico teniendo en cuenta el trabajo que haces.
Me pregunté qué hacía hablando de esas cosas con él, era mejor cambiar de tema. Apagué el sable y le dije:
-¿Podrías enseñarme a usar el disco no?
-¿Eh? creí que era tu turno de dar clases... así no te puedo enseñar nada.
-Recién estabas practicando sin usar la Fuerza.
-A duras penas, muy duras… y muy penas
Me reí.
-Bueno, supongo entonces que habrá que esperar, no quiero que rompas ningún vidrio. Nos quedan dos opciones: o seguimos ordenando cosa que me vendría bien porque necesito algunos materiales... o te doy una clase teórica.
-Eso me gustaría más. Después podemos ordenar mejor, cuando yo pueda usar telekinesis, y más rápido- sonrió.
Me agarré la frente, no tenía remedio. Me senté en el pasto no muy lejos de él, pero tampoco tan cerca.
-Por cierto, si te pedí que me enseñes sentir, ¿por qué me prohibiste usar toda la Fuerza, incluso Sentir?
-Porque mi teoría es que justamente por usar la fuerza para cualquier pavada te cuesta sentir las cosas.
-Puede ser…- respondió pensativo.
-Usas la fuerza para alterar y controlar todo, pero no podes ver un sith cuando lo tenés enfrente ¿sentiste el lado oscuro del sith?
La pregunta era para saber a qué nivel estaba.
-Sí, eso sí, pero solo después de que sabía que estaba ahí.
-Entiendo... bueno miralo de esta forma, sentir en la Fuerza es como tener un sentido más, un sentido que está más allá de los otros. Supongo que conoces a los Miraluka…
-Sí, los conozco. Bastante.
-Ellos no ven con los ojos pero 'ven' a través de la Fuerza
Asintió, parecía que tenía ganas de probar, pero se controló.
-Digamos que eso hice yo al pedirte que no uses la fuerza, apagarte los otros sentidos.
Me paré y le mostré que se podía caminar con los ojos cerrados. Volví a sentarme donde estaba, sin abrir los ojos.
-La Fuerza está en todos lados, por eso es fácil, todo se puede 'ver' en la Fuerza. Naves, sistemas informáticos, animales, siths…
-Pero apagar la fuerza es diferente, es como sacarse todos los sentidos a la vez.
Noté otra vez que se moría por probar lo que yo estaba diciendo.
-No son todos los sentidos, solo lo que implica usar la Fuerza. Tus sentidos existen aunque no los uses.
Tenía que probar algo, levanté una pequeña rama con telekinesis y se la tiré en la cabeza. Me estaba divirtiendo bastante.
Él reaccionó y la esquivó. Había usado la Fuerza pero no fue intencional.
-EEEY

-Mi teoría era correcta no se puede apagar del todo.
Me morí de la risa.
-Eso no fue gracioso, que seas tan linda también tiene un límite a lo que te puedas abusar- refunfuñó y me causó más gracia por lo que me seguí riendo un rato más.
-No me estoy abusando, recién usaste la Fuerza, no lo hiciste intencionalmente, pero reaccionó ante el peligro. Bien... ya no tiene sentido el ejercicio anterior, te voy a dejar usar la Fuerza, pero NO para cualquier cosa. Solo podes sentir, nada más, nada de leer mentes, freír cerebros, ni mover cosas, solo podes Sentir.
Agarré un pañuelo y le vendé los ojos.
-¿La famosa piedad Jedi?- me dijo mientras se dejaba enmascarar.
-No es piedad, se llama aprendizaje.
Ahora me sentía observada en la Fuerza, lo que era peor que antes y me ponía más nerviosa.
-Que bien que se siente, ojalá todos pudieran aprender.
Su sentido estaba desbalanceado, y tampoco era muy amplio. Me puse fuera de su radar, me tuve que alejar bastante, no era tan malo después de todo, solo le faltaba enfocar más el poder.
-No te muevas de ahí y buscame.
Al principio estaba algo perdido, hasta que lo que hizo fue expandir su sentido y ganar rango perdiendo definición. No tardó mucho en encontrarme.
-Bueno, ya es suficiente de buscarme a mí…- me ponía nerviosa que me mirara de esa forma- hay un hangar cerca de mi casa, trata de encontrarlo, no es lejos.
-No es el mismo incentivo.
Se puso serio, parecía que ahora sí no tenía idea de cómo encontrar el lugar.
-Trata de sentir tu entorno, primero lo cercano, y después más lejos.
Lo primero que hizo fue agacharse, se sacó los guantes y tocó el pasto. Después tocó la tierra, caminó hacia la parte embaldosada y se agachó de nuevo para tocar el piso. Después se acercó a la pared y la tocó. Por último fue hacia los árboles y tocó la corteza.
Empezó a caminar hacia una parte despejada sintiendo el aire.
-¿No me das una pista? ¿De que está hecho el hangar? No me vas a decir, ¿no? ok, mejor así.
Caminó un poco más, pensó, iba a señalar un lugar pero se arrepintió, pensó de nuevo y señaló:
-Allá, justito.
-En 20 minutos te va a matar el sith.
Me reí y él también se rió.
-Bueno, no se puede todo
-Bastante bien para empezar, no te desanimes.
Se sentó en el piso y dijo:
-De esta manera uno ve las cosas como son, y no trata de acomodarlas a su gusto. Me gusta tu ejercicio. No es lo único…
-Igual hiciste trampa, tendrías que haberlo hecho sin tocar nada, solo sintiendo la Fuerza.
Obvié por completo el otro comentario.
-No se me ocurrió otra cosa, pero estaba usando la Fuerza... solo que se me ocurrió ver que vibración tenían... después busque algo que vibrara a hueco contenido...
Su forma de verlo era bastante mundana, supuse que eso no lo iba a poder cambiar pero mientras le sirviera para detectar a los siths no importaba.
Le dije que buscara otras cosas, pero sin tocar nada esta vez. A medida que iba practicando encontraba las cosas más rápido.
-Podrías ayudarme a buscar unos cristales ya que estás. Necesito dos.
-¿Cristales para sable de luz? ¿En ese quilombo? Uy, perdón.
-Sí, en ese desorden. Es parte de tu entrenamiento.
-Muy bien
Otra vez parecía bastante perdido, pero no se quejó.
-¿Qué cristales eran?
-Tomate tu tiempo, si encontrás todos te enseño como se usa sentir la Fuerza en combate.
Sentí otra vez el radar sobre mí pero fue solo un segundo, después se fue hacia la puerta de casa.
Tardó quince minutos en encontrar el primero.
-¿No puedo usar telekinesis no?
-No
-Esta abajo de ese motor hiperespacial roto
Levanté el motor con telekinesis y esperé que lo agarrara. Yo ya lo había visto pero no se lo dije. Bajé el motor.
Cuando terminó el ejercicio me dijo:
-Bueno, maestra, ¿pase mi lección? ¿Puedo abrir los ojos?
-No. Salvo que quieras dar por terminado el entrenamiento.
-No quiero dar nada por terminado. Ni siquiera pasaron mis 24 horas sin Alterar la Fuerza.
-Bueno, entonces no te podés sacar la venda.
-Pero sos la instructora, podes darme un descanso cuando quieras.
-Descansá todo lo que quieras, pero sin sacarte la venda.
-Está bien... Mientras tanto te cuento...
-El disco se arma con chatarra. Tú debes encontrar los componentes y darle la forma que quieras, no hay dos discos iguales, ni siquiera funcionan igual algunos, se le hacen pequeñas modificaciones al sistema, o sea se arma lo mismo pero de otra manera...
-Supongo que en mi cuarto tengo chatarra que podría usar...
Mi cuarto era un caos de herramientas y piezas de cualquier cosa, naves, droides, máquinas. Lo único que estaba libre era la cama.
-Por como vi tu casa, estoy seguro que comprendes la idea...
-Entiendo perfectamente.
Me puse a buscar por ahí cerca partes que pudieran servir.
-No es cualquier chatarra, debe tener algún significado para ti. Aunque se lo des en el momento.
-Todo en estas cajas tiene significado para mí, no será difícil. Por cierto, noté que tu sable no tiene botón- dije mientras miraba un pedazo de droide que había encontrado en una caja.
-No, se enciende con telekinesis, igual que el disco, de ese modo, solo lo puedo usar yo.
-Eso me pareció bastante útil, creo que lo voy a aplicar en mi nuevo sable.
-¿Te vas a hacer otro sable?
-Sí, voy a hacer otro, pero el mío se va a prender con tecnosincronización.
Supongo que me preguntó porque era raro que un jedi cambiara su sable, salvo que tuviera algo que dejar atrás…
Seguí buscando entre las cajas, siempre había sido así, no podía quedarme quieta durante mucho tiempo. Siempre estaba haciendo algo.
Todrik me miraba en la Fuerza y eso no me preocupaba, pero me ponía bastante nerviosa.
-Así que sos una sincronizadora... que útil eso.
-Bastante... es mi poder favorito.
-Es una habilidad muy poco común.
-No es una habilidad que pueda usar cualquiera. No se puede enseñar, supongo que viene en la sangre.
-Ya veo...
-Igual si se pudiera, sería otro precio
-¿Qué me cobrarías?
Me había metido en terreno escabroso yo sola.
-Voy a ser sincero con vos, nosotros sabemos aprender por imitación, así que si te la veo hacer, es probable que la aprenda. Así que, decí tu precio
Maldición, me había metido en ese dilema yo sola. Se paró del sillón donde estaba sentado, yo solo atiné a decir:
-No lo sé, tendría que pensarlo bien.
Contesté lo primero que se me vino a la mente. Seguí revisando las cajas pero los nervios no me dejaban concentrarme en lo que estaba buscando.
Además me sentía muy observada desde la Fuerza lo que no ayudaba mucho. Lo bueno era que no estaba tratando de leerme la mente.
No se siguió acercando y cambió de tema, supuse que para darme algo de espacio que por cierto lo estaba necesitando.
-¿Te gusta la música?
-¿Hay alguien que no le guste?
Pensándolo bien ahora no me acordaba cuando había sido la última vez que había escuchado música.
-Preguntaba por algo en particular.
-Supongo que soy muy clásica para la música.
Recordé que en otras épocas había tenido mi datapad lleno de música clásica.
Se volvió a sentar y sacó un artefacto de su traje. Era pequeño y parecía un trompo. Lo hizo girar y cuando tocó el piso hizo un ruido gracioso, pero al rato ese ruido se convirtió en una melodía. Yo conocía, era muy famosa y una de mis favoritas. El sonido parecía como si viniera de una cajita de música pero era el aparatito con forma de trompo que vibraba contra el piso. No hablé hasta que no terminó.
-Quinta sinfonía en do mayor para piano.
-Sí, uno de mis favoritos.
-Es raro ese reproductor de música
Nunca había visto nada igual, parecía un juguete.
-No la reproduce, la toca. Es un pequeño droide que no usa electrónica, pura relojería, pero si oye una vez una canción, puede tocarla, en donde sea.
-Pensé que ya no existían esas cosas
-¿En que planeta?- sonrió.
-¿Lo puedo ver?
Era más fuerte que yo, tenía que saber como funcionaba.
-Miralo
Era como una mezcla de computadora a válvulas y reloj, pero con componentes diminutos. La única parte "electrónica" era una especie de memoria, y no parecía electrónica, parecía más Tecnoforce, como los holocrones ¿quién lo usaría en algo tan chiquito?
Lo dejé en el piso esperando que arranca otra vez.
-Tenes que decirle que querés que toque.
-¿Cómo?
-Habla, como se habla con los droides.
Eso era fácil
-Sonata número cinco en LA menor.
El pequeño droide empezó a rebotar de nuevo y a largar sonidos sin sentido hasta que empezó a ejecutar la melodía que le pedí. Me quedé agachada al lado como una nena chiquita viendo su juguete favorito.
Sentí que me acariciaban el pelo…
-Perdón
Se paró del sillón y caminó hacia donde estaba, volví a ponerme nerviosa como antes.
-Hope.....
Se paró delante mío también en cuclillas, como si estuviera mirando al robot, pero yo sabía que no lo estaba haciendo. Tenía los ojos tapados y yo sentía que me estaba mirando a mí en la Fuerza.
Hubo un silencio incómodo, no sabía que decir, estaba totalmente paralizada.
-¿Cual es el precio de un pedacito del corazón de un Jedi?
Me acarició la cara y yo estaba demasiado paralizada como para impedirlo, y después me dio un beso suave y delicado. Y yo le correspondí el beso.
Casualmente cuando terminó la melodía sonó una alarma como de despertador.
Todrik susurró:
-Mis 24 horas.
Me empecé a reír y él se rió conmigo. Me abrazó fuerte contra su pecho.
-¿Siempre hacés esto con tus maestras?
-Nunca tuve maestras mujeres, así que a lo mejor sí ¿Y tú, es una reacción normal en tus alumnos?
-No tengo alumnos, a veces enseño algunas cosas pero no soy maestra.
Él volvió a besarme.
-Bueno, podés estar contento, soportaste 24 horas sin usar la Fuerza. Al menos no como solés usarla.
-Aha... Me enseñaste muchas cosas hoy... quizá más de las que crees.
-Quizás si soy buena maestra…
-Excelente, y sabe la Fuerza que soy un alumno difícil...
-Pero todavía no te podés sacar la venda- sonreí.
Se empezó a reír.
-Como diga Maestra.

Hope: Orden


Cuando escuché descender la nave salí a verla. No me sorprendí de lo que estaba viendo en absoluto. Era una nave de la que se habían hecho pocos ejemplares, una nave de coleccionista. Había sido el modelo más popular y rentable de la empresa XX del planeta independiente Hapes, pero después de eso la economía del planeta quebró y no se fabricaron más, lo que la hacía muy costosa. Tenía mínimo doscientos años.
-Veo que coleccionás naves antiguas- le dije cuando bajó- Modelo XX, 35 metros de largo, de la fábrica XX que dejó de producirse hace 200 años.
-Veo que sabes de estas cosas...
-Algo sé…
-No, no colecciono naves, colecciono cosas en general...me gusta que las cosas que tengo hayan tenido algun significado para el que las fabricó. Si sos coleccionista, creo que me vas a matar... Le puse otro hiperimpulsor, los de hace 200 años eran un poco lerdos- sonrió.
-Lo imaginé. No soy coleccionista, de hecho mis naves nunca las dejo como salen de fábrica.

Quizás eso fue lo que me impulsó a ir a buscar mi nave, no lo sé, lo que sí sabía era que ya estaba lista para reencontrarme con ella.

*****

Subí a la nave, abrí la compuerta del techo del hangar para sacarla y sentí como se elevaba con algo de esfuerzo. Hacía mucho que no la usaba, no era por la falta de mantenimiento sino por la falta de uso. Me alegraba mucho volver a pilotearla. Quizás para algunos fuera un cacharro viejo, pero yo la quería mucho.

“Ya vas a volver a ser la de antes”

Decidí que iba a llevarla ese día al enclave jedi. En ese momento recordé que (el Mandalore) no iba a asistir, Liz todavía no había llegado, y Todrik se quedaba… iba a estar sola frente a ellos. No tenía miedo, pero no quería estar sola… en fin, al menos iba a estar acompañada de mi nave.
Cuando entré a la casa me di cuenta de que era más tarde de lo que suponía. La comida olía muy bien, le dije a Alex que empezaran a cenar sin mí y fui a mi cuarto. Me puse mi túnica jedi de color violeta y colgué el sable a mi cintura, tenía que ser una niña buena hoy en la reunión.
Llevé los restos y las cosas del sith a la nave y fui a cenar, ya casi era la hora, así que comí muy rápido. No quería irme sin cenar después de que le había pedido a Alex que cocinara. Era más importante eso que la orden, todo era más importante que la orden…

Subí a la nave, ajusté algunos timones de vuelo atmosférico y chequeé los sistemas, todo estaba en orden.
Todrik estaba afuera mirando la nave, lo escuché por el comunicador cuando dijo:
-Es una nave corsario del sistema XX ¿Como la conseguiste? Las usaron en su guerra contra XX
-Sabía que era una nave de guerra ligera pero no tenía idea de dónde venía, por lo general nadie reconoce el modelo original.
-Está bastante modificada sí, pero esa proa es inconfundible. Son RAPIDAS... O lo eran, hace 300 años...
-Sí, mi padre me dijo que era preferible el modelo XX, pero me gustó más esta. No soy coleccionista, simplemente me gustó, la modifiqué a lo largo de diez años. Igual sos el menos indicado para hablar…
Su nave no era mucho más nueva…
-Bien reparada, esta nave es mucho más rápida. Se ve que tienes buen ojo.
-¿Insinuás que no la reparé bien?
-¿Por qué?
-Dijiste que bien reparada es más rápida.
-Hasta ahora no hubo nada que no te haya visto hacer bien.
¿Me había puesto a la defensiva? No le de di importancia a su mensaje halagador y esperé que respondiera.
-Sencillamente decía que supiste ver una gran nave... No necesito la Fuerza para saber que estas un poco nerviosa.
-Cualquiera lo estaría si tuviera que ir a la orden a decirles que volvieron los siths
Dije eso pero no era cierto, no estaba nerviosa por eso.
-Ellos ya saben eso, en fin, no te molesto mas... por cierto... dijiste que te hice reír...me gustaría saber quien fue el que te hizo llorar...
Y se fue sin decir más.
Había estado un rato largo lavándome la cara para que no se notara eso, era más perceptivo de lo que esperaba, y no había usado la Fuerza…

Me dirigí hacia el enclave, para hablar con el “consejo de ancianos”. Dejé puesto el piloto automático y me concentré, usé la Fuerza tanto para estar tranquila como para escudarme y que no pudieran leer en mi mente lo que no quisiera que leyeran.
Pensé que iba a llegar tarde, pero al final llegué temprano, eso era típico de mí. Estacioné la nave en el gran espacio-puerto y me dirigí hacia el enclave.
El lugar está hecho de piedra pulida, es un gran conjunto de pasillos que dan a lugares abiertos con vegetación, o a pasillos cerrados y no hay casi habitaciones. Entré y me senté a esperar, estaba demasiado tranquila, de hecho estaba más tranquila que cuando salí de casa y tenía al lado al Zeison Sha…
Cuando me avisaron que me iban a recibir bajé las enormes escaleras, el Consejo se reunía en el tercer subsuelo. Había llevado un droide para que transportara el cajón que alojaba las cenizas que habían quedado del sith. Me recibieron dos miembros del Consejo.
-Buenas noches maestros- saludé cortésmente.
-Que la Fuerza te acompañe, caballero Hope- me saludó el maestro Bao-Dur.
No me saludó con gran ceremonia, lo que me ayudó a soportar mejor la situación.
-Ya que sus compañeros no llegaron, y este señor Zeison Sha tenía cosas mas importantes que hacer esta noche…
Lo dijo con ironía pero tranquilo, hablaba con suavidad, no forzado. No comenté nada al respecto sobre lo del Zeison Sha.
-He venido lo antes posible a dar el reporte- quería que las cosas no se alargaran más de lo necesario así que fui directo al grano.
-Bien, ¿estas son las cosas?
-Sí, y esos son sus restos.
-Un talisman Sith... hmmm
-Sí, es extraño, no me atreví a inspeccionarlo.
-Hizo bien, este aparato requiere sincronizarse con el, y esta sintonizado al Lado Oscuro.
-Pero sí tuve una visión cuando toqué el sable.
-¿Una visión?- eso lo dijo el otro miembro del Consejo que estaba allí, la maestra Brianna que había recibido el sable.
-Sí, si quieren puedo relatárselas, o escribirla, lo que prefieran.
-No, no, relátela
-Bien, lo que vi no es alentador, vi un templo sith.
Empecé a relatar lo que vi y a la mitad el maestro Bao-Dur se levantó y dijo:
-Quizá necesitemos a la Maestro Marr…
-¿Prefieren que espere a la maestra?- pregunté.
En ese momento escuché una voz también muy suave pero más baja que la del Zabrak.
-Bienvenida.
-Gracias maestra- respondí.
Terminé el relato, sin omitir ningún detalle. Relatar esa visión hacía que fuera mucho menos sospechoso el hecho de que no había tocado el talismán. Aunque no admití que lo había hecho adrede.
-La caja negra de la nave no tenía ubicaciones, me dijo, ¿verdad?
-Ninguna ubicación, podrán verificarlo al verla.
-Maestro Brianna, el sable- le dijo Visas Marr.
La maestra Visas había sido sith, y ahora estaba en el consejo… eso comparado a que ocultara información a la Orden era NADA en comparación… Tenía que tener paciencia y actuar como la niña buena que todos creían que era. Tomó el sable y miró con ojos ciegos. No era irrespetuoso así que continué con lo que estaba diciendo.
-Como ya había informado en mis reportes, en ambos planetas donde estuvimos tuvimos conocimientos de "cultos" al Lado Oscuro, y salvo que sea casualidad, creo que hay algo que no estamos viendo, o mejor dicho, algo que no quiere que lo veamos. Creo que no fueron suficientemente cuidadosos, y mis compañeros y yo los vimos. Están escapando de la Orden.
-Eso siempre es posible, Caballero Hope, pero no debemos sacar conclusiones apresuradas.
Estaba segura que me iban a decir algo como eso…
Noté que la maestra Visas se había quedado paralizada frente al sable.
-Creo que no es tan apresurado como cree maestro, está claro que están buscando gente para unirla a su lado, y los que buscan, son fuertes en la Fuerza. Un matukai, una chica que cura enfermos terminales, un culto oscuro en un planeta lejano. No puede ser casualidad.
-De ningun modo creemos que sea casual, pero si no encontramos una dirección, estaremos corriendo el riesgo de dividir nuestro esfuerzo sin resultados.
-No digo que hagamos eso, ellos nos ven venir, y se ocultan, eso es lo que hizo el último sith. Aprovechó un corte de energía y caos en la ciudad para entrar, pero no estaba allí.
Me escucharon con atención cuando dije eso.
-Sabía que llegábamos, es de público conocimiento, y se ocultó. Había estado esperando el momento justo, cuando lo encontró entró al planeta e intentó llevarse a la muchacha. Claramente estaba esperándola allí antes de eso.
-Veo, trabajan con cuidado, como siempre que no tienen ventaja
-Si ven la caja negra, no tiene direcciones, pero puede verificarse que había estado hace cinco meses en ese planeta. Claramente están interesados en esa niña. Y claramente, nos esquivaron a nosotros. Dos veces, en el planeta XXXX y en Ungul.
-Entonces, quizá sería lo mejor que el Agente Independiente nos dejara custodiar a la niña, no vendrían a buscarla aquí...- dijo la maestra Brianna.
Lo suponía, sabía que alguien lo iba a “sugerir”.
-Creo que si mató un sith, es perfectamente capaz de hacerlo.
La maestra Visas nos interrumpió de repente a ambas para traducir lo que había visto en el sable del sith.

"Ustedes son los primeros de muchos, el primer paso de un camino que nos llevara a la conquista de la galaxia de una vez por todas”
"Pero será un camino en puntas de pie, porque no tenemos fuerza para una marcha triunfal, no aún"
"Hemos tenido que terminar su entrenamiento mejor... ustedes son la esperanza del imperio, tienen la oportunidad de hacer historia..."
"No fallen"

Decía más cosas, pero nada más en concreto, hablaban de un plan que quizás podía llevar siglos y que para llevarlo a cabo había que empezar en ese momento.
Eso no podía estar bien, nada bien…
-Estos no son los Sith con los que pelearon nuestros predecesores recientes...
-Si me permiten recordar un suceso... ya habíamos tenido conocimientos de un sith en el Outer Rim... hace aproximadamente un año, quizás no sea un hecho aislado.
-Tenemos presente su enfrentamiento con Darth Vatever.
-Creo que no es un asunto para tomar a la ligera, y claramente, si los buscamos como jedis, no los vamos a encontrar.
-No lo estamos tomando a la ligera, Caballero Hope. En esa ocasión, corríjame si me equivoco, también era un culto local, dominado secretamente por un Sith, y el Caballero hubo de infiltrarse...y el combate le costó la vida.
-Eso fue lo que pasó, sí.
-En fin, todas estas pruebas son evidentes, pero ninguna es concluyente.
Me controlé una vez más… Simplemente dije:
-Es cuestión de investigar más a fondo.
-Es evidente que hay Siths, sobrevivientes o diferentes de los anteriores, y es evidente que estan en espacio republicano..
-Eso es indiscutible
-Y es evidente también que nos están esquivando.... Ya que otros Jedi no reportaron nada.
-Se están ocultando bien, quizás fuimos afortunados, o la Fuerza nos guió.
-Pero para decidir un curso de acción, necesitamos alguna guía más precisa. Hoy estudiaremos los objetos. Mañana llega el nuevo Maestro del Consejo, el Maestro Soslan. En cuanto él asuma su asiento, podremos observar todo esto con más detenimiento.
Noté que las maestras iban a decirle algo, pero se callaron, seguramente era porque yo estaba allí. No me preocupó en lo más mínimo, quería irme de ahí rápido.
-Mañana intentaré sincronizarme con el Talismán.
-Si es que la reunión política no nos toma cuatro días- comentó Brianna.
Yo opinaba que cuatro días eran poco para la burocracia de la orden, pero no lo comenté, obviamente.
-Esperemos que no, aunque sabemos que hay otras cosas que tratar también…
Que inoperantes que eran, ¿qué cosa más importante había que hablar sobre cómo tratar el tema de los siths y su posicionamiento dentro de espacio republicano? Y no solo eso, sino también la seguridad de los Force Sensitive de la galaxia…
-Todos los caballeros que tienen informacion al respectro y los maestros del consejo han sido citados... Nada es más importante, pero si no nos organizamos entre nosotros primero, es inutil que salgamos a perseguir Siths.
-Entonces estaré aquí mañana.
-La esperamos.
-Que la Fuerza la Acompañe.
-Que la Fuerza los acompañe.
Salí del enclave pensando que quería sacarme esa túnica, pero que no había sido tan malo como esperaba. Al menos entendieron que los siths estaban ahí y nos estaban rehuyendo. Subí a la nave de mal humor, pero cuando la encendí me sentí mejor. Por suerte había sido corto.

Lo que no iba a ser rápido iban a ser las decisiones, esperaba que con mucha suerte estuviéramos allí unos quince días. Me di cuenta de que lo mejor que podía pasar era que me dejaran hacer lo que quería, sin preguntar mucho.
Quería llegar a casa y dormir, necesitaba descansar, la reunión había sido corta, pero me había agotado mentalmente. Esperaba que Alex hubiera limpiado mi cuarto, sino iba a usar cualquier otro.
Cuando llegué revisé los cuartos, todos estaban dormidos, el Zeison Sha dormía apaciblemente como un cachorrito.
Me reí y me dirigí a mi cuarto, por suerte no era tarde y podía dormir hasta la mañana.