Miré hacia el patio de casa, todo estaba muy abandonado. El jardín de mamá estaba lleno de malas hierbas, habían llevado muchas cajas y las habían apilado en el living, y yo no tenía ánimos de ordenar nada. La biblioteca de papá seguía intacta, como siempre. No iba a pasar mucho tiempo en la casa, seguramente la Orden me iba a asignar alguna misión... pero mientras tanto tenía que quedarme en algún lugar.
-Tía Hope, buenos días, preparé el desayuno.
-Hola Alex, gracias.
-¿En qué estabas pensando?
-En lo solitaria que se ve la casa...
La casa estaba en la misma situación que yo, se había quedado sola.
-No está solitaria estamos nosotros.
-En fin, seguramente no me voy a quedar mucho tiempo...
-¿Tenés que ir al enclave?- me preguntó.
-Sí, tengo que ir a dar el reporte de la última misión.
-Tía... cuando te vayas a la próxima misión ¿puedo ir con vos?
Lo miré seria, no creía que fuera peligroso pero aún así... no era su tutora, no sabía si los tíos iban a querer dejarlo conmigo, y en caso de ser así ¿estaba yo capacitada para cuidarlo?
-¿Querés venir conmigo?
-Sí, quiero ver otros lugares, quiero aprender muchas cosas.
-Supongo que tendría que preguntarle a los tíos...
-Ellos ya me dieron permiso, les pregunté, pero me dijeron que podía ir solo si vos estabas de acuerdo.
Era obvio que ese chico me admiraba más de lo que yo podía creer y que los tíos creían que yo era más responsable de lo que en realidad era... No sé por qué Alex me seguía de esa forma, yo ni siquiera era tan poderosa como otros caballeros jedi...
Pero la realidad es que estaba tan sola que no pude negarme, él siempre me había ayudado a sentirme mejor en los peores momentos.
-Está bien, podés venir, pero prometeme que no te vas a meter en problemas. Y que vas a obedecer todo lo que yo diga.
-¡Gracias tía!- dijo y me abrazó- Lo prometo.
-Bueno, vamos a desayunar, o se va a enfriar lo que preparaste.
Empezamos a caminar hacia la casa, pocas veces me había puesto a pensar en lo grande que era, tanto la casa y los aledaños en los que había más casas pequeñas, todas de la misma estancia que había heredado de papá. Ahora que no había nadie parecía incluso más grande.
-Te queda muy bien esa túnica violeta.
-¿Te parece?
A papá también le gustaba como me quedaba ese color...
Él me sonrió. A mí ahora me costaba bastante hacerlo pero él me seguía provocando la misma ternura que cuando lo conocí, así que con él era más fácil sonreír.
-¡Claro! Es el color perfecto para vos.
-Ya te dejé venir conmigo, no tenés que seguir adulándome- le sonreí.
-¡No lo hago por eso! Mirá Hope, creo que viene alguien...
Una nave aterrizó en el patio, parecía una nave de la Orden.
-Es el doctor... ¿vos lo llamaste?
-No... esta vez no fui yo.
Esperamos hasta que descendió la nave. No hacía mucho que lo había visto. No recuerdo si estaba en el funeral de Clint pero recuerdo claramente el día que estuvo en casa, gracias a Alex y a él había logrado salir del pozo depresivo en el que estaba.
-Buenos días Hope, buenos días Alex.
-Buenos días, que extraño verlo por aquí...
-En la orden me dijeron que habías llegado, así que decidí venir a visitarte para ver como estabas.
-Gracias, estoy bien, justamente ahora íbamos a desayunar, ¿quiere unirse a nosotros?
-Claro, muchas gracias.
Alex corrió hacia la cocina y yo caminé por el patio con el médico, entramos por la puerta de adelante que daba al living, ya se escuchaba el ruido de los platos y cubiertos en la cocina.
-Disculpe por el desorden, fueron apilando las cosas y no tuve tiempo de ordenar demasiado.
-Lo sé, yo mismo apilé algunas de esas cajas...- Se quedó pensando como recordando algo, por su expresión parecía ser algo triste, nada extraño, seguramente había visto morir a varias personas esos últimos años.
-A veces lo que sucede nos excede...- dije como al pasar.
-¿Dónde estuviste este tiempo?
-No estuve en un lugar fijo, la Orden me dio algunas tareas. Están recuperando las bases de Czerca y me encargué de las más cercanas, aunque creo que próximamente me enviarán más lejos.
-Entiendo... ¿y cómo has estado?
-Bien, trabajando bastante.
-¡Demasiado!- gritó Alex desde la cocina, y el médico se rió.
-¿Ahora va a decirme que trabajo mucho?
-Claro que no, mientras no perjudique tu salud es bueno que trabajes.
-Supongo que usted tiene menos trabajo ahora, y me alegra bastante.
-Las cosas ya están tranquilas sí, supongo que no quedaría bien que diga que me alegra no tener trabajo...
-En su caso eso es muy positivo.
-Espero próximamente empezar a tener trabajos más gratos, aunque no lo creas está subiendo nuevamente la tasa de natalidad.
-Supongo que es lo normal ¿no?
-Es lo que suele pasar en tiempos de paz, sí- sonrió-
Cuando decidas tener hijos ¿vendrás a Dantooine no? Todavía recuerdo el día que naciste...
-No creo que tenga hijos doctor, antes de eso necesitaría una pareja estable, pero supongo que si decido tenerlos algún día vendré aquí.
No quería volver a decirle lo mismo que la última vez... realmente no creía que eso pasara nunca, pero tampoco quería quitarle la ilusión de creerlo.
-Bueno, al menos me dijiste algo más esperanzador que la última vez... aunque no lo pienses realmente.
Una sonrisa irónica se dibujó en sus labios.
-Supongo que no puedo mentirle... no, realmente no lo creo.
-Deberías, eres muy joven aún, no deberías cerrar tu vida de esa forma. Además eres tan hermosa como tu madre, no faltarán hombres que quieran cortejarte.
-"Cortejarte" esa es una palabra que delata su edad doctor... creo que ni en la época de mis padres se usaba- le sonreí.
-Bueno, al menos esa sonrisa sí fue sincera. Como ya sabes hay cosas que puedo ver, y si te ayuda de alguna forma, he visto un hombre en tu futuro.
-Si eso llega a ser verdad espero que al menos sea lindo.
-La Fuerza no nos muestra esas cosas...
-Que conveniente...
-Pero si quieres pistas puedo dártelas.
-¿Pistas? ¿Acaso es un misterio que tengo que resolver? Creo que usted tampoco vio nada y solo me dice estas cosas porque tiene la esperanza de que pase, y se lo agradezco pero realmente no quiero pensar en eso ahora.
-No es así, no necesito hacer eso, sé que es verdad, además sabes que no miento.
-Tampoco es que lo conozca demasiado... Además estoy muy ocupada, no tengo tiempo para esas cosas...
-Hope, ¿puedo darte un consejo? creo que la edad me lo permite... No te impidas conocer a otras personas, sé que sufriste mucho y que creés que estás sola y lo vas a seguir estando, pero no es así. Eso solo va a pasar si te encerrás en vos misma. Date la oportunidad de conocer amigos, de vivir una vida normal, lo más normal que puede ser siendo que sos un caballero jedi. En tu futuro va a haber gente que te va a necesitar, gente que va a necesitar tu guía y alguien que te va a amar, no pierdas la oportunidad de conocer y vivir ese futuro solo porque no podés salir del pasado.
-Gracias doctor, aprecio su consejo, pero lo único que le puedo prometer es que lo voy a intentar. Estos meses aprendí a seguir adelante, más allá del dolor y de todas las pérdidas en mi vida, estoy tratando de seguir aunque me está costando demasiado.
-No sos la única Hope, hay mucha gente que está en tu misma situación y también están siguiendo adelante con su vida.
Me quedé callada unos instantes sin responder, eso era cierto, yo no era la única, pero eso no quitaba el dolor que sentía...
-Supongo que voy a tener que hacerlo...
-No es así como tenés que pensar, no lo tenés que hacer por obligación sino porque querés hacerlo.
-Es fácil decirlo...
Alex trajo una bandeja con el desayuno y se sentó con nosotros.
-Bueno, entonces ¿cuáles son las pistas?- preguntó Alex.
El médico se rió y después me miró a mí. Yo no le dije nada, y me concentré en la comida.
-Es mejor que Hope lo averigüe. Además las pistas que puedo darle son muy obvias y no quiero que se de cuenta cuando lo vea.
-Hope, creo que sí es un charlatán.
-¿Viste? Yo te lo dije.
Ambos nos reímos y el doctor también se nos unió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario