El viaje a Taris – En Taris
Un mes llevaba el maldito viaje a Taris desde Ungul. Un mes para sufrir día a día la tristeza. Todo se estaba desplomando: siths por acá, siths por allá, usuarios de la Fuerza lejos de cualquier sentido, niños exhibiendo poderes más allá de su ken... Necesitaba volver a casa, a la Academia a la que llamé casa durante varios años. Soslan podía darme una buena perspectiva. Juro que nunca estuve tan insegura como en este último tiempo. Me siento perdida, sin foco, solo con algunos atisbos de lucidez. En el viaje, Derlin se comportó y se sigue comportando como si fuera mi sombra. Es un pesado... pero es una de las personas más dulces que conozco. Soslan, es tu padawan más digno. Me acuerdo que antes de llegar a Taris tuvimos una larga charla. Ya había decidido enseñarle mi arte, porque él quiere ser una cruza entre Hope y yo.
Lo encaré ese día en la nave y cruzamos algunas palabras.
-Derlin, basta de ir como mi sombra. Me aburrís. No sos menos que yo. No vas a aprender a camuflarte mejor siendo un tipo evidente
-No estaba intentando camuflarme maestra... Aunque debería practicarlo... Y no la sigo porque sea menos tampoco, maestra Kalissa
-¿Y qué estas esperando para practicar? Hagamos algo. ¿Sabes como funciona el flujo de la Fuerza, no? Bueno, en base a ella, vas a tener que amoldarte a sentir los flujos de la Fuerza de las cosas, de tal forma de poder adquirir sus tonalidades. Cada cosa tiene un flujo específico, algunos le dicen vibración o resonancia o lo que sea. Si logras controlar tu flujo para que vibre con el de esos objetos, vas a poder, estando quieto, ser "parte" del objeto. Para practicar, vas a tener que entrenarlo. Y tenes un par de horas, en breve te voy a cazar por la nave. Prometo no usar la Fuerza para detectarte... pero si te veo, te va a doler.
-Muy bien, maestra
-Igual me gusta que no tengas miedo. Que seas tan decidido. Con el pelotudito ese perseveraste y lo lograste.
-Es que me preocupo que lo pudieran haber manipulado con la fuerza, nunca sospeche que fuera intencional hasta que se lo dije a la maestra Hope.
-Der, A mi me preocupa que los siths están creciendo a lo largo de la galaxia. Están buscando gente, están haciendo lo que hicimos nosotros: reclutar a mansalva. Estaban en el otro planeta y en este. Mi temor es que se desencadene una nueva guerra que trascienda las barreras de la sutileza, sino que sea abierta.
-¿Una guerra abierta?
-Sí. Jedi vs Sith. No sé que tan factible es, pero me da mala espina. Igual, mientras haya desconfiados como vos... me quedo tranquila. Igual aprendes bien, yo te pedí que no confíes en nadie y lo hiciste. -En ese momento recuerdo que le dediqué una sonrisa.
-Gracias maestra -Y me la devolvió-. Maestra, ¿qué piensa del mercenario?
-¿Ese tipo? Me pareció un infeliz. Agrandado, soberbio e irrespetuoso. Esta lleno de tipos que creen que son interesantes por ser así. Veremos si a la hora de la verdad se la bancan. A mi me gustan más los tipos serios, duros, que saben bien las cosas y son sensibles. Algo así como Soslan... si me gustaran los hombres ajajajajajaja
Retomamos el entrenamiento.
-Prepárate. Concentra tu foco. Sentí primero las cosas, establece tu lugar y el lugar de ellas en la Fuerza. Sentilas, intuilas, date cuenta de su presencia y su utilidad.
Derlin ya manejaba esos campos.
-Excelente, parece que podes hacerlo sin dificultad. Ahora viene la otra parte. No solo es cuestión de intuir las cosas como son. Sino que también tenes que poder hacer que los que te vean no te intuyan. Es decir, la mejor forma de pasar desapercibido no siempre es escondiéndote, sino a veces moviéndote sin llamar la atención. Así que arranquemos. Esencialmente, un truco sencillo para empezar a dominar el sigilo es aprender a nulificar o minimizar la capacidad perceptiva de los demás. No puedo darte una lección muy técnica porque en mi caso fue parte de mi aprendizaje básico en mi planeta, pero lo voy a intentar. Imagínate a vos mismo como una entidad de Fuerza y luz. Tus receptores de percepción serían tus sentidos. ¿Correcto?
-Sí...
-Bien, ahora empeza a pensar en el área que te rodea o en las personas con las que estas. Imagínalas como entes de energía, de Fuerza. Y haciéndote eco de lo que ellos son, trata como de "apagar" ese sentido, como si les vendaras los ojos. Se que suena muy difícil, pero es cuestión de intentarlo. Ojo, se cauteloso, no aprietes demasiado "la venda" porque podrías dejarlo ciego. Inténtalo
Así empezamos el entrenamiento de su manejo del lado sigiloso de la Fuerza. Pobre, está claro que esa vez no le salió, pero lo intentó.
-Tranquilo, es algo que tenes que trabajar. No te va a salir de la noche a la mañana.
-Maestra, ¿Por qué cree que la sigo?
-¿Para aprender? ¿Pedido de Soslan?
-Entiendo... gracias. Me dedicó una sonrisa que me molestó bastante.
-Hey, decime. ¿Hay algún otro motivo? No me mientas, no me gusta que me mientan.
-Por supuesto que hay un motivo maestra, no le mentiría, pero no es ninguno de los que usted piensa
-¿Y cuál es? Decime, soy tu maestra y pretendo ser tu amiga.
-Creo que necesita compañía, alguien que la acompañe
Me agarró totalmente desprevenida. Este chico, sencillo, me leyó como un libro.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Hay muchas cosas, frases, enseñanzas... podría tomar por ejemplo los dos kilos de helado, las pastillas y las botellas de alcohol de aquella noche, pero lo sentí antes, por eso la fui a buscar a la taberna cuando el Mandalore me libero
-Esa noche fue... particular. Vos no me conoces demasiado, pero desde hace tiempo que hay cosas que necesito olvidar y no quiero hacerlo. Y muchas veces me lastiman donde mas duele: en el corazón. Y cuando ese dolor vuelve, solo pienso en como ahogarlo. Porque no puedo hacer nada para solucionarlo.
-Y por eso busca algo que no la deje pensar
-No es por pensar, Der, es por el hecho de que no lo puedo soportar... si, es no pensar... No quiero que me veas con lastima.
-No la veo con lastima, maestra, si la vi en algún momento con algo diferente a respeto fue en la taberna, le mentiría si le dijera que no me puso nervioso
-En la taberna estaba en otra cosa, estaba enojada y molesta. Trate de pedirte que te fueras bien, porque no quería caer en la violencia. Por eso te digo, Der, que no puedo soportar el dolor.
Esa fue la primera vez que Derlin me sorprendió. A mí no me interesaba su capacidad, sino cómo era como persona. No lo deje seguir el diálogo, lo obligué a entrenarse. Pero aún así me seguía dentro de la nave y entrenamos casi todo el viaje. Aproveché mucho ese viaje para meditar y tratar de reordenar mis sentimientos.
El llegar a Taris fue raro. Raro porque extrañaba la ciudad, pero se veía claramente peor. Parecía más sucia, más conflictiva. Iba a demandar muchísimo tiempo arreglar este desastre. Igual, poco sabía en ese momento de lo que iba a pasar.
Contacté a Soslan por comunicador.
-Soslan. Estoy llegando. ¿Soslan, me recibís?
-Liz, llegaste. La extrañábamos por acá, maestra. Estaba entrenando con el aprendiz que me mando, sin duda un buen elemento.
-Estamos llegando, Sos. Vengo con Derlin, buen muchacho, algo tímido pero decidido. Lo cocinaste bien. ¿Así que Valf esta ahí? Tenía miedo de que quisiera fugarse. Para que bajamos y seguimos la charla.
Entramos a Taris, todo seguía igual. Con la salvedad de que había más gente. Quizás más padawans de lo que la Academia podía resistir. Me llamaron la atención los ruidos del sable. Me estiré a ver. Eran Soslan y Valf, el feorin que había ayudado en Ungul. Estaban trenzados en combate. Me quedé observándolos hasta que se percataron y cortaron el duelo. Valf me saludo cortésmente y se puso a meditar. Le devolví una sonrisa de alegría. Soslan no fue tan formal, me abrazó y yo le devolví el saludo.
-Hola
-¿Cómo has estado? estamos un poco cortos de espacio acá.... Me enviaron 12 estudiantes más. Pero eso es solo el comienzo de nuestros problemas... Pero no quiero atormentarte, seguramente estas muy cansada del viaje.
Pasamos a un cuarto más cómodo para seguir mejor la charla.
-¿Mas gente? Estas vos solo, que ridículos que son -Cambié rápidamente el tema- La situación afuera no es mejor. He visto con mis ojos el resurgir de nuestros enemigos. Sí, se lo q estas pensando. Los siths. Algo están cocinando, lo intuyo. No creo que me dejen desde la Orden quedarme mucho acá, Sos. Más con todo esto.
-No me sorprende, si nosotros sobrevivimos, ellos también, somos dos caras de la misma moneda....
-Lo sé, pero pensé que estaban más debilitados. Están rastreando personas sensibles a la Fuerza por todos lados.
-¿Por todos lados?
-Estuve en dos planetas de misión. En uno, había un culto de adoradores del Lado Oscuro, creo que había un sith que se nos escapó. En el otro, el sith no logró fugarse, pero había influido en Valf y estaba buscando a una chica cantante, una sensible a la Fuerza muy poderosa, pero niña rica y dudo que poco interesada en los principios ascéticos de nuestra orden. Por cierto, te traje un grueso de la plata de vuelta, al final no tuve necesidad de ella.
-¿Ascéticos? -Contuvo la risa aunque se le escapó la sonrisa-. Ya veo, pero la Fuerza opera en formas misteriosas, quizás hayas visto justamente lo que había que ver.
-La verdad que fueron difíciles los últimos días. Hay cosas que quería contarte. Pero creo que las cosas acá fueron más difíciles, ¿no?
-Depende......no sabría decirte... ¿Quién empieza? Percibo una gran perturbación en ti.....
-Supongo que arranco yo. Bueno, ¿te acordas de mi droide?
-Sí ¿Dónde esta?
-Se fue.
-¿¿¿COMO QUE SE FUE????
-Se fue. Como sabes, ese droide era "mi esposa". Tenía su forma, y mi maestro había guardado memorias de ella dentro del droide. Igual acá la cosa se empantana. Voy a ser honesta y te pido no me mires mal por lo que voy a decirte.
-Te voy a dejar terminar
-Se me cruzó y todavía sigo pensando en revivirla
No le devolví la mirada. Sabía que seguro estaba asombrado y no quería decepcionarlo.
-Que bueno que aun lo estas pensando y nada mas
-No era exactamente revivirla. Básicamente, pensé y pienso que se puede hacer un clon, pasar mis memorias y las de ellas, y buscar el patrón exacto en la Fuerza de ella. Sos... la necesito. Me cuesta horrores seguir adelante. Me levanto con un vacío monstruoso. Siento que no hay nada, nada. Enseñar me daba fuerzas, estar con vos acá manejando el templo también, pero era día tras día de lamentación.
-Si, comprendo lo que quieres hacer, pero....
-La idea ronda fuerte en mi cabeza. Y no, no pienso pasarme al lado oscuro
-No esta bien Maestra, no esta bien... Que podamos hacer las cosas no significa que estemos autorizados a hacerlo... Muchos maestros han ponderado eso...
-La cuestión es que mi infinita tristeza y patetismo algo despertó en el droide. Creo que su alma está ahí, Sos. Ella se fue, uso mi poder de ocultamiento y se fue. Me dejo una carta y se contacto en mi mente. Me dijo que me amaba, que iba a buscar que era y que luego volvería. Sí... un droide.
-Nada es imposible para la Fuerza...
-Fue una señal, Sos. Una rara señal. Y ahora se fue. Esa noche me embriague y creo que casi me muero ahogada en mi vomito. Descubrí que necesito alejarme de ella. Por eso volví. Porque quería verte a vos, ver en qué estaba Valf y meterme acá en Taris, aunque estoy segura que va a durar poquísimo.
-Mas o menos... Debemos hablar de ese asunto tuyo con mas detalle... Lo que ha pasado aquí, es medio complicado. Me han invitado a formar parte del Consejo de los Doce...
-Hey, felicitaciones, si alguien lo merece, sos vos. Sos de los tipos más íntegros e intachables que conozco.
-No se si aceptar, pero por otro lado creo que no tengo opción... No me siento muy orgulloso... Pero me entere de algo que me hizo pensar que no tengo manera de decir que no. El problema es esto: Taris. Invertimos muchísimo trabajo aquí. Las cosas estaban mal, pero si nos vamos, estarán peor. Si acepto el cargo, deberé moverme a Dantooine, y mover la escuela conmigo.
-¿Porqué? ¿No podes asignar nuevos maestros para que sigan tu tarea? Y que aparte acompañen el cuidado de Taris?
-¿Que nuevos maestros, Liz?
-No... ¿No hay nadie?
-Todo el mundo tiene las manos ocupadas. Somos 500 para hacer la tarea de 20.000.
-Y encima los siths parece que vuelven al ruedo. Si nosotros nos vamos, Taris va a volver a ser un desastre. No combatimos mas contra el crimen organizado, los padawans no ayudan mas a la gente, no apuramos la reconstrucción con nuestra influencia mental... Si vos te vas...
-No Liz, Dantooine tiene varias escuelas, no puedo abandonar a mis estudiantes. Si me voy, la escuela se va conmigo, allá. Ellos tienen lugares vacíos, muchos
Es tu decisión, Sos, sea cual sea, la apoyaré.
-El problema me excede, y a ti también Con todo respeto. Al principio rechace la oferta, no quería abandonar Taris. Pero después, Atton me pidió por favor que acepte... Las cosas no están bien en la orden, Liz, nada bien. Lucien.....sigue vivo.
-Imposible.
-Si, el antiguo consejo lo perdono. Y se retiro a una luna de descanso, donde tiene una familia feliz. El maldito bastardo tiene una familia feliz...
-Juraría que estaba muerto. ¿Cómo puede ser que lo hayan perdonado? ¡Es un asesino!
-Los Jedis no matan. Al menos, no los del viejo consejo. Es decir, no matan a sangre fría... De todos modos, yo se que eso es pura hipocresía, el Consejo lo expulsó porque políticamente no les quedaba otra, pero muchos de ellos pensaban que era mejor matar a otro Jedi que la posibilidad de que siguieran a Revan. Así que solo lo condenaban de la boca para afuera. Pensé en ir a matarlo, pero Atton dice que eso solo haría estallar una guerra civil. En cambio, ellos pueden nombrarme a mi en el consejo y de esa manera que la facción del Conclave pierda posiciones. E Impedir que sea Lucien el que ocupe esa silla vacía.
-Es insólito. ¿Tenemos problemas enormes en todos lados y ellos siguen politiqueando? Yo no lo puedo creer
-Yo menos, Liz
-Y vos vas a dejar todo para evitar que Draay, un reconocido asesino de jedis, que nunca demostró demasiado arrepentimiento, ocupe una silla. ¿Cómo pueden pensar en otorgarle una? ¿En qué demonios están pensando?
-No piensan, la Fuerza fluye en sus cerebros, entra, sale, nada pasa en el medio...
-¿Qué vas a hacer? ¿Te vas a ir?
-¿Qué queres que haga? En Dantooine puedo hacer mas que acá
-Está bien. Conta conmigo. Sos uno de los pocos que puede sacar adelante la Orden. Sos el tipo más recto que conozco y como tal, si fuiste capaz de enseñarme a mi a ser maestra, creo que podes enseñarle a la Orden a ser. Lo que la Fuerza dictamine que deba ser.
-¿Entonces, nos mudamos?
-¿Sabes que estamos dándole un certificado de defunción a Taris, no? ¿Que nuestra ida va a retrasar años de reconstrucción necesaria?
-Como te dije, el problema me excede, no puedo estar en dos lugares a la vez
-Sí
-Volveremos a Taris cuando se pueda
-Seguramente. Cambiemos de tema. ¿Qué tal Valf? Todavía tengo que mostrarle lo que hizo el sith con él, pude verlo antes de que muriera
-Bien, no se que le dijiste, pero el tipo esta poniendo todo de si. Aunque algo me dice que eso es justamente lo que mejor sabe hacer. Así que aun no se si eso significa que esta convencido. Creo que ha tomado nuestro camino solo porque todos los demás se le cerraron, pero no juzgo eso, es una razón tan buena como cualquier otra.
-Le di una oportunidad. Le gusta ser el mejor en lo que hace, lo cuál puede hacer que se convierta en un avezado jedi y en un posterior gran maestro. Es una flecha disparada hacia adelante, si sabes guiarla llegará a su destino, pero sino, se perderá e incluso lastimará a otros. Y digo lo de la flecha, porque al igual que las flechas, necesitan una pluma para orientarse y sostenerse. Valf necesita encontrar su pluma, más allá de su ego. Su razón.
Seguimos charlando cosas sencillas. Ambos hicimos catarsis. Pero igual me cayó como un balde de agua fría lo que me dijo Soslan. Íbamos a dejar Taris a merced de los criminales. Los dos lo sabíamos. Si nos íbamos, poco iba a progresar en el planeta. Y la Orden perdía tiempo en politiquería. Lucien Draay debería estar muerto hace rato.
Aproveché el poco tiempo que tenía en Taris para hablar con Valf, para conocer a los nuevos padawans y para proseguir el entrenamiento con Derlin. Tuve una charla seria con Valf que me permitió darme cuenta que él había cambiado, quizás no era notorio, pero lo había hecho. Después abriré un log con esa información.
Esa noche me asaltaron todas las dudas habituales. Otra vez iba cambiarme de hogar, y sentí a Taris como una especie de Liz en versión planeta. Abandonada a la merced de quién venga. Caminé por las calles que más frecuentaba, me excedí de copas en esos bares de mala muerte dónde todos me conocían. Estaba segura que iba a extrañar este lugar. Me senté en la plaza a mirar el cielo rodeado de las torres, las sanas y las derruidas. Terminé en mi refugio, pedí varias porque quería despedirme a lo grande. Me mantenía lo suficientemente sobria para presentar un papel digno. Ellas, eximias amantes, se dedicaron a darme lo que buscaba.
Horas después, salí tambaleándome del lupanar. Derlin estaba ahí. Me ayudo a llegar al Templo. Este es otro de los recuerdos que estoy registrando porque habla de la excelente persona que es. Esa noche apestaba a perfume de varias mujeres mezclado con licor y sudor.
- Maestra...
-Hey! Que no me estoy cayendo... Ahhh si es mi dulce sombra, mi ángel rubio guardián...
-¿Que tanto bebió Maestra?
-Mmmm como para voltear a un bantha. Pero todavía estoy lucida... no quería que ellas pensaran que soy una mala amante.
-El bantha mas cercano se debe estar volteando maestra, así que creo que lo logro
Mientras me iba llevando, apoyé mi cabeza en su hombro. El me sostenía por la cintura y ambos caminábamos abrazados.
-¿Porque estas acá?
-La estaba esperando, por supuesto. Aunque en algunos momentos pensé esperaría hasta mañana
-Estuve un rato largo con las chicas... presumo que no estuviste espiando ¿no? Le dediqué una sonrisa divertida.
-Me hice amigo del poste de luz de la esquina, fue una noche entretenida, pero, ¿comió algo? Alimento me refiero
-Mmm no sé.... Al menos no tengo ganas de vomitar...
-Eso es bueno, uno vomita con o sin comida en el estomago, así que quizá deberíamos ir a comer algo
-Derlin... ¿porque estas acá?
-Porque me gusta la vista, el olor de este nivel, y dentro de todo las pandillas de la zona están algo tranquilas.... y por que quiero, ¿usted maestra?
-Porque extraño a Tess, porque quiero morirme por que ella no este a mi lado y porque mi vida afectiva es una mierda llena de gente que me abandona y te estoy confesando mis tristezas mientras quiero llorar...
-¿Y por que no llora también?
Él se frenó en seco. Me miró, se sacó la túnica y la puso sobre mis hombros. Me volvió a agarrar y seguimos caminando. Y subió la capucha.
-Si no quiere que la vean, con eso no la verán
-Yo... yo soy un desastre -En ese momento rompí en lágrimas, borracha patética que soy- Todas las personas que ame me dejaron. Pero la que necesito... no esta, no tengo ni su imagen, sus memorias, nada. Y si las veo me quiebro. Soy patética... estoy dando lastima delante tuyo. ¿Qué clase de maestra soy?
-Una maestra a la que hay que cuidar, de vez en cuando alimentar, y de la que hay mucho por aprender, no sea tan dura
-No... Soy un desastre, borracha, putañera, no trabajo en equipo, no enseño bien... No se porque insistís. Soslan es infinitamente mejor que yo.
-Es verdad, el maestro Soslan no es nada de eso, por eso tampoco puede enseñar nada sobre eso, y por eso nos manda a aprender de quienes puedan enseñarnos otras cosas.
-¿Estas seguro de que queres seguir conmigo de maestra?
-¿Realmente necesita que le responda?
Le dediqué un abrazo lleno de amor.
-Gracias...
El me cargó hasta mi cuarto. Yo seguía con mi cabeza apoyada en su hombro. Me sentí protegida, como cuando estoy con Soslan. Esta claro que es la misma clase de persona. Ellos ennoblecen el nombre jedi.
-¿Al templo o a la nave?
-Al templo... quiero dormir y evitar que Soslan me vea en este estado...
Cuando me dejo en el cuarto, le agradecí y le di un beso en la mejilla.
-¡Espero que me devuelvas la túnica lavada!
A la mañana siguiente, nos fuimos de Taris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario