Los primeros días fueron terribles, supongo que Alex se quedó en casa por eso, fue el único que se dio cuenta de que algo pasaba, que yo ya no era la misma de antes. Cuando entré a la habitación no pude evitar ver todas las pertenencias que habían sido de Clint, no podía dejarlas allí.
Tomé una caja vacía y comencé a llenarla de objetos del pasado que me destruía recordar. Incluso puse allí todas las cosas que él me había regalado. Solo me quedé con un recuerdo, una pulsera que nunca me saco, ni cuando duermo, ni cuando tomo un baño. Es de dorada y por dentro tiene una frase grabada: “Clint y Hope, amigos por siempre”. Fue lo primero que me regaló.
Clint tenía una igual, la tenía con él el día que murió. Yo se la saqué y la coloqué en mi otra muñeca.
Él siempre iba a estar conmigo.
Tenía quince años cuando lo vi por primera vez en esa reunión de personas importantes a la que no me interesaba asistir, pero a la que fui por orden de mi padre.
Ambos habíamos salido del recinto porque ya no aguantábamos más la situación, él me dijo que había ido allí acompañando a su maestro, tampoco le interesaban los formalismos, le aburrían como a mí. Y yo no quería saber nada con mi “presentación en sociedad”.
Nos quedamos charlando bastante tiempo, hasta que papá salió a buscarme.
Papá era muy importante en la Orden y veníamos de una familia de caballeros jedis que se remontaba a tiempos muy pretéritos. Me presentó a tanta gente ese día que no recuerdo nombres ni caras… Todo lo que sé sobre la Fuerza me lo enseñó él, salvo por mis poderes de tecnosincronización, que los aprendí de mamá. Ella me enseñó a usar la Fuerza para controlar las máquinas y los sistemas, cosa que obviamente papá no sabía.
Clint vivía cerca de mi casa, entablamos una relación de amistad por varios años, hasta que ya no pudimos ocultar lo que sentíamos. Cumplimos varias misiones de forma exitosa, y luego de un tiempo, nos fuimos a vivir juntos. Aún recuerdo la cara que me puso papá, él nunca lo quiso.
Ya habían pasado varios meses desde su muerte, y aún así, aún me costaba acostumbrarme a mi nueva vida sin él, hasta que me llamaron de la orden para dar el reporte, y darme una nueva misión.
Jamás conté lo del holocrón, jamás conté que Clint se lo había dado a su maestro sith, y tampoco conté que él era alguna especie de doble agente.
Supongo que había entrado en un círculo vicioso del que no iba a salir por el resto de mi vida.
Redactar el informe fue un suplicio, pero como dicen, una mentira lleva a más mentiras y haber ocultado información a la orden, es como haber mentido.
¿Debía informar lo del clon? ¿Debía informar que habíamos encontrado un foco del lado oscuro en el planeta y que debido a los acontecimientos no habíamos podido hacernos cargo? Maldición, seguro había un sith allí y se escapó. Y era mi culpa. Pero eso no iba a ponerlo en el informe. Sí iba a detallar todos los recursos que no tuvimos para llevar a cabo la misión de forma ordenada y efectiva.
El clon había quedado en estado vegetativo apenas salimos del planeta, supongo que no fue una gran pérdida ya que preferiría que las personas que tengo a cargo no les entreguen mis naves a posibles enemigos que no saben pilotear… Lo entregaría a la orden al llegar, que ellos se hicieran cargo del asunto.
Debí imaginar que la orden no volvería a darme otras misiones, salvo que fueran imposibles de solucionar. Sabían que había mentido con mi declaración en cuanto al asunto del sith muerto, pero no sabían en qué había mentido. Lo único que me importaba era que la reputación de Clint no quedara manchada. El sith había peleado contra nosotros, Clint cayó en combate. Punto final.
El informe que redacté sobre la misión rezaba:
“Documento para la Orden Jedi.
Descripción de los hechos ocurridos en la misión al planeta XXX.
Cuando descendimos al planeta notamos que la base que había sido de Czerca estaba en total desorganización. No solo estaba fuera de servicio el sistema de comunicaciones principal y fue imposible restaurarlo por completo, sino que además la mayoría de los ocupantes no estaban cumpliendo sus tareas asignadas. Llevó algunos días organizarlos para poder empezar a visualizar cualquier tipo de acción.
Las comunicaciones se restablecieron luego de que reparé como pude la antena principal, pero estaba dañada y las distintas reparaciones que le habían realizado sin conocimiento profesional impedía cualquier intento de volverla funcional al cien por ciento en el tiempo que teníamos.
Al segundo día de llegados conocimos a alguien muy extraño, otro jedi estaba en el planeta, su nave se había estrellado allí, pero eso no era lo más extraño, aparentemente y según sus dichos, era un clon. La nave quedó destruida, no hay forma de repararla para que vuelva a quedar en condiciones normales de uso. Dentro de la nave no había ningún tipo de información sobre el sujeto. Cuando salimos del planeta sufrió un colapso y entró en estado vegetativo. Dejo este asunto en las manos más capaces de la Orden.
A continuación detallo las tres razas que habitan este planeta.
La primera raza es la que tiene el control de la mitad de la superficie, “los civilizados”. Su apariencia es similar a la nuestra y son los más civilizados de este lugar. Si es que pueden llamarse así, después de haberse matado por millones en su guerra civil. (Hago más aclaraciones pertinentes que yo no sé pero mi PJ sí).
La segunda raza “los peluditos”. Son mucho más pequeños, de la altura de un niño. Son agricultores y mineros principalmente. Viven en pueblos o aldeas no relacionadas entre sí y cada una tiene su líder. No poseen gobierno unificado.
La tercera raza “los feos”. También son pequeños y usan máscaras, supongo que para respirar en la atmósfera del planeta. Son nómadas. Viven de robar a las otras dos razas mencionadas. Después de distintas reuniones con los nativos nos informaron que tomaban prisioneros a su gente y los vendían a Czerca.
“Los civilizados” estaban en medio de una guerra civil en la que no intervinimos, sí debo aclarar que mataron a muchos de los suyos y que en ese momento sentimos una distorsión en la Fuerza. Por lo que pudimos averiguar un grupo de ellos, alguna especie de culto, que usaba esta forma para volverse más poderosos. Sentimos un foco del lado oscuro pero debido a los escasos recursos con que contábamos, y que en ese momento tuvimos que defender la base de un ataque de los nativos, lamentablemente no pudimos seguirlo e identificarlo.
El ataque a la base lo perpetraron “los feos” junto a la facción más tradicionalista de “los civilizados” que estaban perdiendo en la revolución. “Los feos” habían perdido su “trabajo” debido a la salida de Czerca del planeta, y fueron contratados por los primeros para formar un gran ejército.
Cuando atacaron la base pudimos repelerlos sin mayores inconvenientes a pesar de ser un número mucho mayor el de los atacantes (acá siguen las aclaraciones técnicas de armas que usaban, tipo de vehículos, cantidades de cada uno y demás cosas relevantes para que los jedis parezcamos más grosos de lo que ya somos. Además hago un breve resumen de los hechos en la batalla, detallando lo mejor que hizo cada uno).
La misión de recuperar la base de Czerca fue concretada con éxito.
Hope Louise”
Sabía que iban a darme otra misión y sabía que iba a ser más difícil que la anterior, ocultarle información a la orden no era algo que pudiera tomarse a la ligera. Pero eso estaba bien, no me importaba, cuanto más difíciles fueran, más posibilidades de encontrarme con algún sith. Toda la orden iba a conocerme, en toda la galaxia iban a escuchar el nombre de Hope Louise, la asesina de siths.
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