jueves, 5 de mayo de 2011

Hope: Orden


Cuando escuché descender la nave salí a verla. No me sorprendí de lo que estaba viendo en absoluto. Era una nave de la que se habían hecho pocos ejemplares, una nave de coleccionista. Había sido el modelo más popular y rentable de la empresa XX del planeta independiente Hapes, pero después de eso la economía del planeta quebró y no se fabricaron más, lo que la hacía muy costosa. Tenía mínimo doscientos años.
-Veo que coleccionás naves antiguas- le dije cuando bajó- Modelo XX, 35 metros de largo, de la fábrica XX que dejó de producirse hace 200 años.
-Veo que sabes de estas cosas...
-Algo sé…
-No, no colecciono naves, colecciono cosas en general...me gusta que las cosas que tengo hayan tenido algun significado para el que las fabricó. Si sos coleccionista, creo que me vas a matar... Le puse otro hiperimpulsor, los de hace 200 años eran un poco lerdos- sonrió.
-Lo imaginé. No soy coleccionista, de hecho mis naves nunca las dejo como salen de fábrica.

Quizás eso fue lo que me impulsó a ir a buscar mi nave, no lo sé, lo que sí sabía era que ya estaba lista para reencontrarme con ella.

*****

Subí a la nave, abrí la compuerta del techo del hangar para sacarla y sentí como se elevaba con algo de esfuerzo. Hacía mucho que no la usaba, no era por la falta de mantenimiento sino por la falta de uso. Me alegraba mucho volver a pilotearla. Quizás para algunos fuera un cacharro viejo, pero yo la quería mucho.

“Ya vas a volver a ser la de antes”

Decidí que iba a llevarla ese día al enclave jedi. En ese momento recordé que (el Mandalore) no iba a asistir, Liz todavía no había llegado, y Todrik se quedaba… iba a estar sola frente a ellos. No tenía miedo, pero no quería estar sola… en fin, al menos iba a estar acompañada de mi nave.
Cuando entré a la casa me di cuenta de que era más tarde de lo que suponía. La comida olía muy bien, le dije a Alex que empezaran a cenar sin mí y fui a mi cuarto. Me puse mi túnica jedi de color violeta y colgué el sable a mi cintura, tenía que ser una niña buena hoy en la reunión.
Llevé los restos y las cosas del sith a la nave y fui a cenar, ya casi era la hora, así que comí muy rápido. No quería irme sin cenar después de que le había pedido a Alex que cocinara. Era más importante eso que la orden, todo era más importante que la orden…

Subí a la nave, ajusté algunos timones de vuelo atmosférico y chequeé los sistemas, todo estaba en orden.
Todrik estaba afuera mirando la nave, lo escuché por el comunicador cuando dijo:
-Es una nave corsario del sistema XX ¿Como la conseguiste? Las usaron en su guerra contra XX
-Sabía que era una nave de guerra ligera pero no tenía idea de dónde venía, por lo general nadie reconoce el modelo original.
-Está bastante modificada sí, pero esa proa es inconfundible. Son RAPIDAS... O lo eran, hace 300 años...
-Sí, mi padre me dijo que era preferible el modelo XX, pero me gustó más esta. No soy coleccionista, simplemente me gustó, la modifiqué a lo largo de diez años. Igual sos el menos indicado para hablar…
Su nave no era mucho más nueva…
-Bien reparada, esta nave es mucho más rápida. Se ve que tienes buen ojo.
-¿Insinuás que no la reparé bien?
-¿Por qué?
-Dijiste que bien reparada es más rápida.
-Hasta ahora no hubo nada que no te haya visto hacer bien.
¿Me había puesto a la defensiva? No le de di importancia a su mensaje halagador y esperé que respondiera.
-Sencillamente decía que supiste ver una gran nave... No necesito la Fuerza para saber que estas un poco nerviosa.
-Cualquiera lo estaría si tuviera que ir a la orden a decirles que volvieron los siths
Dije eso pero no era cierto, no estaba nerviosa por eso.
-Ellos ya saben eso, en fin, no te molesto mas... por cierto... dijiste que te hice reír...me gustaría saber quien fue el que te hizo llorar...
Y se fue sin decir más.
Había estado un rato largo lavándome la cara para que no se notara eso, era más perceptivo de lo que esperaba, y no había usado la Fuerza…

Me dirigí hacia el enclave, para hablar con el “consejo de ancianos”. Dejé puesto el piloto automático y me concentré, usé la Fuerza tanto para estar tranquila como para escudarme y que no pudieran leer en mi mente lo que no quisiera que leyeran.
Pensé que iba a llegar tarde, pero al final llegué temprano, eso era típico de mí. Estacioné la nave en el gran espacio-puerto y me dirigí hacia el enclave.
El lugar está hecho de piedra pulida, es un gran conjunto de pasillos que dan a lugares abiertos con vegetación, o a pasillos cerrados y no hay casi habitaciones. Entré y me senté a esperar, estaba demasiado tranquila, de hecho estaba más tranquila que cuando salí de casa y tenía al lado al Zeison Sha…
Cuando me avisaron que me iban a recibir bajé las enormes escaleras, el Consejo se reunía en el tercer subsuelo. Había llevado un droide para que transportara el cajón que alojaba las cenizas que habían quedado del sith. Me recibieron dos miembros del Consejo.
-Buenas noches maestros- saludé cortésmente.
-Que la Fuerza te acompañe, caballero Hope- me saludó el maestro Bao-Dur.
No me saludó con gran ceremonia, lo que me ayudó a soportar mejor la situación.
-Ya que sus compañeros no llegaron, y este señor Zeison Sha tenía cosas mas importantes que hacer esta noche…
Lo dijo con ironía pero tranquilo, hablaba con suavidad, no forzado. No comenté nada al respecto sobre lo del Zeison Sha.
-He venido lo antes posible a dar el reporte- quería que las cosas no se alargaran más de lo necesario así que fui directo al grano.
-Bien, ¿estas son las cosas?
-Sí, y esos son sus restos.
-Un talisman Sith... hmmm
-Sí, es extraño, no me atreví a inspeccionarlo.
-Hizo bien, este aparato requiere sincronizarse con el, y esta sintonizado al Lado Oscuro.
-Pero sí tuve una visión cuando toqué el sable.
-¿Una visión?- eso lo dijo el otro miembro del Consejo que estaba allí, la maestra Brianna que había recibido el sable.
-Sí, si quieren puedo relatárselas, o escribirla, lo que prefieran.
-No, no, relátela
-Bien, lo que vi no es alentador, vi un templo sith.
Empecé a relatar lo que vi y a la mitad el maestro Bao-Dur se levantó y dijo:
-Quizá necesitemos a la Maestro Marr…
-¿Prefieren que espere a la maestra?- pregunté.
En ese momento escuché una voz también muy suave pero más baja que la del Zabrak.
-Bienvenida.
-Gracias maestra- respondí.
Terminé el relato, sin omitir ningún detalle. Relatar esa visión hacía que fuera mucho menos sospechoso el hecho de que no había tocado el talismán. Aunque no admití que lo había hecho adrede.
-La caja negra de la nave no tenía ubicaciones, me dijo, ¿verdad?
-Ninguna ubicación, podrán verificarlo al verla.
-Maestro Brianna, el sable- le dijo Visas Marr.
La maestra Visas había sido sith, y ahora estaba en el consejo… eso comparado a que ocultara información a la Orden era NADA en comparación… Tenía que tener paciencia y actuar como la niña buena que todos creían que era. Tomó el sable y miró con ojos ciegos. No era irrespetuoso así que continué con lo que estaba diciendo.
-Como ya había informado en mis reportes, en ambos planetas donde estuvimos tuvimos conocimientos de "cultos" al Lado Oscuro, y salvo que sea casualidad, creo que hay algo que no estamos viendo, o mejor dicho, algo que no quiere que lo veamos. Creo que no fueron suficientemente cuidadosos, y mis compañeros y yo los vimos. Están escapando de la Orden.
-Eso siempre es posible, Caballero Hope, pero no debemos sacar conclusiones apresuradas.
Estaba segura que me iban a decir algo como eso…
Noté que la maestra Visas se había quedado paralizada frente al sable.
-Creo que no es tan apresurado como cree maestro, está claro que están buscando gente para unirla a su lado, y los que buscan, son fuertes en la Fuerza. Un matukai, una chica que cura enfermos terminales, un culto oscuro en un planeta lejano. No puede ser casualidad.
-De ningun modo creemos que sea casual, pero si no encontramos una dirección, estaremos corriendo el riesgo de dividir nuestro esfuerzo sin resultados.
-No digo que hagamos eso, ellos nos ven venir, y se ocultan, eso es lo que hizo el último sith. Aprovechó un corte de energía y caos en la ciudad para entrar, pero no estaba allí.
Me escucharon con atención cuando dije eso.
-Sabía que llegábamos, es de público conocimiento, y se ocultó. Había estado esperando el momento justo, cuando lo encontró entró al planeta e intentó llevarse a la muchacha. Claramente estaba esperándola allí antes de eso.
-Veo, trabajan con cuidado, como siempre que no tienen ventaja
-Si ven la caja negra, no tiene direcciones, pero puede verificarse que había estado hace cinco meses en ese planeta. Claramente están interesados en esa niña. Y claramente, nos esquivaron a nosotros. Dos veces, en el planeta XXXX y en Ungul.
-Entonces, quizá sería lo mejor que el Agente Independiente nos dejara custodiar a la niña, no vendrían a buscarla aquí...- dijo la maestra Brianna.
Lo suponía, sabía que alguien lo iba a “sugerir”.
-Creo que si mató un sith, es perfectamente capaz de hacerlo.
La maestra Visas nos interrumpió de repente a ambas para traducir lo que había visto en el sable del sith.

"Ustedes son los primeros de muchos, el primer paso de un camino que nos llevara a la conquista de la galaxia de una vez por todas”
"Pero será un camino en puntas de pie, porque no tenemos fuerza para una marcha triunfal, no aún"
"Hemos tenido que terminar su entrenamiento mejor... ustedes son la esperanza del imperio, tienen la oportunidad de hacer historia..."
"No fallen"

Decía más cosas, pero nada más en concreto, hablaban de un plan que quizás podía llevar siglos y que para llevarlo a cabo había que empezar en ese momento.
Eso no podía estar bien, nada bien…
-Estos no son los Sith con los que pelearon nuestros predecesores recientes...
-Si me permiten recordar un suceso... ya habíamos tenido conocimientos de un sith en el Outer Rim... hace aproximadamente un año, quizás no sea un hecho aislado.
-Tenemos presente su enfrentamiento con Darth Vatever.
-Creo que no es un asunto para tomar a la ligera, y claramente, si los buscamos como jedis, no los vamos a encontrar.
-No lo estamos tomando a la ligera, Caballero Hope. En esa ocasión, corríjame si me equivoco, también era un culto local, dominado secretamente por un Sith, y el Caballero hubo de infiltrarse...y el combate le costó la vida.
-Eso fue lo que pasó, sí.
-En fin, todas estas pruebas son evidentes, pero ninguna es concluyente.
Me controlé una vez más… Simplemente dije:
-Es cuestión de investigar más a fondo.
-Es evidente que hay Siths, sobrevivientes o diferentes de los anteriores, y es evidente que estan en espacio republicano..
-Eso es indiscutible
-Y es evidente también que nos están esquivando.... Ya que otros Jedi no reportaron nada.
-Se están ocultando bien, quizás fuimos afortunados, o la Fuerza nos guió.
-Pero para decidir un curso de acción, necesitamos alguna guía más precisa. Hoy estudiaremos los objetos. Mañana llega el nuevo Maestro del Consejo, el Maestro Soslan. En cuanto él asuma su asiento, podremos observar todo esto con más detenimiento.
Noté que las maestras iban a decirle algo, pero se callaron, seguramente era porque yo estaba allí. No me preocupó en lo más mínimo, quería irme de ahí rápido.
-Mañana intentaré sincronizarme con el Talismán.
-Si es que la reunión política no nos toma cuatro días- comentó Brianna.
Yo opinaba que cuatro días eran poco para la burocracia de la orden, pero no lo comenté, obviamente.
-Esperemos que no, aunque sabemos que hay otras cosas que tratar también…
Que inoperantes que eran, ¿qué cosa más importante había que hablar sobre cómo tratar el tema de los siths y su posicionamiento dentro de espacio republicano? Y no solo eso, sino también la seguridad de los Force Sensitive de la galaxia…
-Todos los caballeros que tienen informacion al respectro y los maestros del consejo han sido citados... Nada es más importante, pero si no nos organizamos entre nosotros primero, es inutil que salgamos a perseguir Siths.
-Entonces estaré aquí mañana.
-La esperamos.
-Que la Fuerza la Acompañe.
-Que la Fuerza los acompañe.
Salí del enclave pensando que quería sacarme esa túnica, pero que no había sido tan malo como esperaba. Al menos entendieron que los siths estaban ahí y nos estaban rehuyendo. Subí a la nave de mal humor, pero cuando la encendí me sentí mejor. Por suerte había sido corto.

Lo que no iba a ser rápido iban a ser las decisiones, esperaba que con mucha suerte estuviéramos allí unos quince días. Me di cuenta de que lo mejor que podía pasar era que me dejaran hacer lo que quería, sin preguntar mucho.
Quería llegar a casa y dormir, necesitaba descansar, la reunión había sido corta, pero me había agotado mentalmente. Esperaba que Alex hubiera limpiado mi cuarto, sino iba a usar cualquier otro.
Cuando llegué revisé los cuartos, todos estaban dormidos, el Zeison Sha dormía apaciblemente como un cachorrito.
Me reí y me dirigí a mi cuarto, por suerte no era tarde y podía dormir hasta la mañana.

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